![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0136.jpg)
12/i-
HI TOnJA
persua !ir en Ja retórica de Aristótele .-El parlamento e lo
~a
upli–
cado sumi amente
á .
I.,
dijo lord Pembroke.- ue tra Jeclaracion
me demuestra que la palabras nada ignífican.-Digne e pues V. M. de–
cirno claramente lo que se debe practicar para que se resuelva.-Yo
daria azotes
á
un niiio de la es uela de We tmin ter que por mi res–
puesta. no sacase en claro mi voluntad ; o engañais ere.yendo que me
niego
á
volver cer a del parlamento.-¿ No seria po ible conceder al par–
Jamento la milicia, por un cierto tiempo
á
lo meno ?-No, vi e Dio , ni
una hora; esto que me pedís es lo que jamá se ha pedido
á
un rey, y
lo que o no conOaria
á
mi muje1· ni
á
mi hijo .
»
ol iéndose de pue
á
lo comí ionado de la cámara baja añadió : <( Los asunto de lrlanda no
se compondrán nunca por los medio de que echai mano ; no logrará
dominar aquel pal una asamblea de cuatro
ciento~
hombre : uno solo
se necesi ta. Si me lo encargaban
á
mi aventuraría mi cabeza por con o–
guirlo , no oy en la actualidad mas que un mendigo, y sin embargo en–
contraria fondos para la empre a
(1).»
E ta última
¡
alabras hicieron r nacer toda la de confianzas; en'
ella ·se vió la confcsion de recurso desconocido , el anhelo de imputar
al· parlamonlo lo mal ele
la
Irlanda, y en fin el de eo de encontrar
olo
á
Ja cabeza de un ej r ito para mandarlo
á
u placer. Ha ta aquí
llegó la conferen ia; lo comisionados partieron; el rey siguió u cami–
no,
y
lleg·ó sin otro incidente
á
Yorlc
Entonces empezó entre el parlamento
y
el monarca una lucha ha ta
aquella ¿poca in ejemplo en Europa : Jaro
y
glorioso lntoma de la re–
volu ion que arnmaba, y que posteriormente e ha completado en la
so iedades. Continuaron la nego ia iones, pero in que ningun partido,
espera e de ella nada, ni aun e propusiese tratar ,obre el asunto. Ya
no e dirigian mútuamcn te Ja palabra en u de laraciones y men aje ·
ambos hablaban
á
la na ion entera,
á
la opinion públi a; ambos se pro–
metían ruerza
y
triunfo de e te nuevo poder. El origen prerogativa
de la monarqula, los privilegios de Ja cámara , Jos limite del deber y
fidelidad en los súbditos, la milicia, las peti ione , fueron objeto de una
controver ia oficial, en que eran alegado , e plicados y comentados Jo
(1) E la
conver acion
e lá
acacia ele un folleto publicado en L6ndre á la
vuclla de los comi ionado.. El impre·or fue mundado llamar,
y
preguotado pnr la
c· mara alta; mas como respomlie·e quo lo habia pre lado el manu crito el ecreta1 io
del canciller, e le de laró inculpable.