-& ·.
za que hemos encontrado entre espa·
fioles
y
criollos
y
hasta cierto punto
en sus condiciones de vida política., no
es posible confundirlos. Los caracte·
res diferenciales están bien marcados
en el Discurso
[92]
como provenjentes
unos de
la
acción del cli-ma
y
otros de
1.a vi<ia
de
la
colonia
y
de
los criollos.
"fl!!!J
"Una clase
so~l,
orgullosa y rica
en
1~
ciudades, sin - participación en
el orden político ni ocupació0 en las
tareas práct.icas, necesariamente tiene
que sur cortesana, indolente
y
viciosa;
y
8U
vida. debe concentrarse, como se
' concentró en el
Perú,
en la vida. <le
salón, en fiestas
y
diversiones profa·
nas
y
religiosaei.
ari~tocráticas
una1:1,
populares otras." (93)
El cuadro en que . con tan vivos co–
lores ha pintado
el
autor la 'socie<lad
criolla del virreinato es exacto
y
útil
por Ja luz que refleja sobre nuestro es·
tado
actaal. Cierto que sobre este
te·
mase ha discarrido mucho, pero en
términos generales abarcando toda
la
América espafiola
y
prescindiendo de
Jos detalles peculiares de cad3 país;
y
éstos son, precisamente, los que el
au·
tor ha
marcado bien respecto del
vi·
92
Di·cureio,
páginas
104-5.
93 Id.
pagine.q
1~9-30
y
33.
Vé~e
tam·
bién páginas 106
y
siguientt:s.