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música.s
y
cenas en el rio, meriendas
en las huertas,
y
allí también se origi ·
naban pendencias
y
desafíos.»
(84).
Los vemos en las visitas, después
de comer, conversando con las: damas
en el
mi~mo
lenguaje peinado cort.Psa·
no, llamado enronceR
crítico;
(85)
al
cual sucedió el de los
~hanzonetas
y
el
de
las
crmás intimas clases sociales»
á
semfljanza de lo que pasaba en la Cor·
te.
(86)
Vemos en las ca11es
á
las mugeres
tapadas
ó
con
disfrace~,
["último es·
fuerzo de la virtud quebrantada"];
á
Jos hombres vestidos
y
tapados como
eJJas
"har.ien<lo grandes maldades
y
sacrilegiob" f87.]
Las diversiones
que
mas prevalecían
entre ellos, de acuerdo con su género
de vida, eran eo privado
el
baile
y
el
juego,
y
en público las comedias
y
las
corridas de toros.
Auoqne las danzas eran Jas piezas
pieferidas por las gentes de copete,
i
a
embargo, por la relajación de
las cos·
· t.umbreEl,
"la ...
arabandá,
baile
y
cantar
tan lascivo en las
palabra~,
tan feo en
Jos meneos, que bastaba para poner fue-
84 Id. id.,
pá~inas
163-64..
5 Id. id.,
páo'ina
115
R l'icatoste,
~ra
citada, tomo HI,
pág.
116.
7 Id id.