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formadores de la ha ienda pública, los
generales de los E'jércitos, los maestros
de matemátiC:iS
y
de ciencias
na
tara .
les, de química
y
del arte mi
lit·
r, los
constructores de los navíos y basta
los principales operarios de
la
f á
bri –
cas
BÍU
E'XCeptiaar
DÍ
Jas de
lana. (7.-J
De:de mediad s del siglo --'
VIl
cou
tal
cc faci tidad
se
adquirían
1os
titiulos
académicos,.
y
e p ecialmente el de
abogado que
había
cientos de
ello~,
para cada
pleito.
Unos e dedicaban
á
hacer creer en ilusorias herencias
á
pobres infelices,
á
quienes con umian
~u
hacienda; otros pululaban a) P0de–
dor
de
las
chaocill
ria~
y
tr1bnnale~,
embrollan
do los mas encil los
~santos;
muchos
e dedicaban
á
pretenrlieotes,
y
algnrwt'i f'jercian
cargos
t a n
odioso~
coiuo
cons~jeros
de prestamistas, rofia·
ues
y
traru posos, llega
odo
á
~er
llama·
da
E~pañ;i
ccrnonarquia de abogados
y
pleiti~ta
».
[76J
Los
médico~
no les llevaban
ventRja.
Sangría.
y
purgantes
eran los
únicos
75
Buckle,
Hi
to1r~
de
la
ci
viliaatfoo
en
Angleterre, tome
q
tri~ me, Parl~
1865,
páginaH
90
l
08
«
&;xtranjeros
ó
h~bitante3
del pat'd im·
huido3 del
espfrltu
t-xtranjero,, 'Btaban
bl
freute de
los
negocios püblicos. [Buckle.]
76 Picatoste,
obra citada,
tomo
111,
pá(J'.
175.
.
o
.
3