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Apéndices.
»Empezóse á mucha diligencia á aprestar en el Nombre
de Dios lo necesario para esta cosa, sin que por ella afio–
. jase lo de nuestra partida; y estándose entendiendo en lo
uno y en lo otro, llegó
á
aquel puerto un bergantin que el
. teniente de Sta. Marta me despachó, escribiéndome en él,
cómo él se habia visto en gran aprieto,
y
que no habia
tenido otro medio para salvarse
á
sí y á aquel pueblo, sino
hacer muy buen recibimiento
á
los franceses y la mejor
xira
(sic)
que pudo, y que con aquello y con venir muy ne–
cesitados de vituallas y deseosos de refresco, habian saltado
cuasi todos en tierra; y teniéndolos aposentados en el
pueblo y comiendo, habia dado sobre ellos con la gente
de él y los indios de la tierra, que tuvo para aquel día
apercibidos, y habia muerto y preso tantos, y otros que
por acojerse
á
la mar se habian ahogado, que hubo lugar
de tomar el navío y pataje con los barcos que en el pue·
blo habia, y que el otro se habia hecho á la vela muy falto
de gente y de lo <lemas para navegar, y que con esto y .
con hacer mucha agua pensaba se perderia; y que, á lo
que se creia, llevaba la derrota de la Yaguana, y que por
esto podia perder cuidado de aquel negocio.
))Descuidados desto, entendimos sólo en nuestra partida,
y en
1
o de abril del dicho año de
1
547, primer dia de
pascua de Resurection·, despues de haber oido misa y co–
mido, me hice á la vela de Panamá á Taboga, donde es–
taba toda la otra armada, que era de xxij naos, dos días ha–
bía, haciendo agua; porque yo habia quedado á despachar
pliego para España,
y
para Nicaragua
y
la Nueva España,
dando cuenta de nuestra partida, y dando la órden que
los
oíici~les
reales y justicia de Panamá y Nombre de
Dios habian de tener en aviar la gente de Santo Do–
mingo, con que, tenia nueva, venia el almirante nieto de
Colon, y que Boscan habia muerto pocos dias despues
que á aquella isla llegó. Y en
12
del dicho mes de abril
nos partimos de Taboga, yendo yo y el general Pedro de
Hinojosa y Diego García de Paredes y otras personas prin–
cipales en la nao capitana, y habiendo encomendado al
capitan Juan Vendrel la galeota.
[Cap.
70,
f.º
n~;col.
2.&,
lín.
16.]