22
Apéndices.
yo recibir,. la
merc~.d
por mía propia. NS. la muy ilus–
tre persona de VS. conserve con el acrecentamiento y salud
que VS. desea. Deste asiento de Andaguailas hoy jueves
á
17
de Marzo de
1547.
Las manos de VS. besa su criado
Francisco de Carabajal.
»
[F.º
102
'Vto., col.
1.ª,
lín.
2.ª]
[lib.
2.
0
,
cap.
69,
f.º
116,
col.
1.
a,
lín.
3
1.
Principio de capítulo,]
'Andando en Tierra Firme dando priesa en la partida
de los capitanes Lorenzo de Aldana, Hernan Mexía y Pa–
lómino, y estando cuasi . á punto de partirse, rescibí de
Nombre de Dios una informacion que allí había tomado el
capitan don Pedro
d~
Cabrera contra el capitan Diego
García de Paredes, por la cual parecía que Diego García
había salido de la córte de S. M., que entonces estaba en
Flándes, descontento y con deseo loco de procurar de le
deservir, y que entendiéndole esto en Sevilla, se había
mandado que ninguno le pasase; y que sin embargo de
aquello,
á
título de criado de un Cristóbal Gutiérrez, re–
gidor de Plasencia, se había embarcado, y que en el ca–
mino había dicho grandes liviandades, representando lo
mucho que pensaba deservir, ayudando á Gonzalo Pizar–
ro, y que no le pesaba sino que sus deservicios se liabian
de atribuir más al Gonzalo Pizarro que
á
él; y que llega–
do al puerto de Nombre de Dios y entendido como aque–
llo estaba ya reducido, había mostrado muy gran pena y
dicho blasfemias por haberlo Dios permitido, y palabras
muy iniuriosas contra los que allí tenia Gonzalo Pizarra,
por haber dejado su voz y servicio por el de S. M.; y que
no se había querido desembarcar, !\asta que don Pedro
Cabrera había entrado, sacádole y puéstole en prision.
»Vi sta esta informacion, sin dar parte á nadie, dí man·
damiento para que don Pedro le tuviese preso, y á buen
recado y á costa del Cristóbal Gutiérrez y del maestro que
en su navío le trujo, le tornase á embarcar, en el primer
navío que partiese para España, preso y
á
buen recaudo .
»No se pudo esto tan en breve efectuar, que no lo supie–
se el obispo de Los Reyes y Pedro de Espinosa y Lorenzo
de Aldana, que eran todos debdos muy cercanos ,de Diego
García, y con gran instancia, por sí y por el mariscal Alon–
so de Al varado, me rogaron no le mandase volver á Es-