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Apéndices.
porque ya estab:m, al parecer de los de Gonzalo Pizarra, las
cosas tan debajo de poder suyo, que lo que entre ellos más
se estimaba era la privanza con él, se detuvo lo más que
pudo de venir; pero en fin no pudo hacer sino, aunque con
miedo, partirse del Cuzco para Lima, donde estaba Gonza–
lo Pizarra. Y en Andaguaílas, habiendo caminado cuaren–
ta
(sic)
le dió un dolor de costado, de que llegó muy al
cabo; y importunado de los que con él venian que se con–
fesase, mostrando que lo queria hacer, hizo llamar á un
clérigo Márquez, que por haber sido servidor de S. M.
traia preso y le babia dado cargo de hacer las crines y
colas á las mulas
y
machos, y quedándose solo con él,
cuando el clérigo se llegó á querelle oir de con fesion, le
preguntó si sabia el .romane e de 'Gaiferos;
y
deteniéndose
en estas burlas semejantes
y
en
otras una hora, le dijo
que dijese que le babia confesado, porque aquellos ne–
cios no le importunasen,
y
anunciándole que si sabia que
otra cosa decia, le costaria caro.
>)Y porque los émulos ya dichos siempre hacian. su oficio
con Gonzalo Pizarra y le decían que se hacia malo por no
venir, le tornó
á
escribir que se diese priesa y que procura–
se que quedase todo aquello seguro,
y
para ello hiciese
quemar las picas que en el Cuzco babia. Y Carabaji¡il res–
pondiendo con su estilo
y
disimulacion, deshaciendo lo
que entendía que contra él
~e
decia, le escribió la carta
siguiente:
<e
Muy ilustre señor=Como solo Dios es el maestro
verdadero de todas las cosas y sabe lo que dice,
y
hace
todo
á
su voluntad y placer, aunque yo este otro dia es–
cribí
á
VS. con Diego López de Segura , que el dia
que VS. aquella carta viese entraríamos nosotros en
Huamanga, no fué él servido que ansí lo hiciésemos, por–
que el martes siguiente en la noche, despues que con
Lopez de Segura despaché, que fuimos
á
dormir
á
los
Lucamaes
(sic)
me vino un dolor .de estómago, que des–
pues vino
á
parar en gran dolor de costado, del cual no
he pensado escapar ni aún creo llevo camino dello; aun–
que no queda por médicos
y
medicinas, ni entender en
ello tan de verdad como si la burra fuese algo.,