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Apéndices.
señal que quiere cesar la tormenta, como cuando pa–
rece una es pronostico que quiere crecer;
y
que ansí
los antiguos llamaron á la incension de muchas lum–
bres Castor
y
Pollux, que por ser hermanos les pare–
cian que traian pacificacion y concordia,
y
la de una
la llamaban Elena, dando á entender que como Elena
puso la discordia y desasosiego entre griegos
y
troyanos,
que ansí aquella incension era señal de mayor tormenta;
pareciéndo.meque duraria poco aquel tiempo, y que si se
nos acababa ántes de poder echar fondo en la Gorgona,
nos volverian las corrientes
á
donde ántes habiamos es–
tad.o, procuré persuadido
á
todos,
y
lo tomaron bien y se
pusieron de mejor ánimo
y
más conformes conmigo
que ántes.
[Este pasaje, desde la palabra 11.Acordándome»
á
la
de ~ uántes))
se halla muy variado
y
amplificado en el
Palentino;
y
forma el principio del cap.
72,
del lib.
2.
0
,
hasta la lín.
6.ª
de la
col ~
2.a,f
0
r r8
vto.]
[Lib.
2.
0 ,
cap.
72,
f.º
II8
<Uto., col.
2.a,
lín.
6.ª]
«Fuése–
nos desde allí aflojando el norte
y
el agua
y
truenos
y
relámpagos, pero todavía nos duró hasta una hora despues
de dia,
y
á muy gran pena
y
con el abrigo que la Gor–
gona nos hacie del sur
y
de las corrientes que ' con él ve–
nien, pudimos echar fondo
y
surgir media legua de allá, á
cincuenta brazas;
y
las otras naos que en nuestra conserva
habían andado, con ser mejores de la vela y orcear más,
por asegurar las velas, no llegaron á
.surg~r
hasta la tarde
de aquel dia. Y una dellas en que iba el capitan don Pedro
Cabrera
y
la más de su compañía, descayó hasta arribar
en la Buena Ventura, de donde la nave tornó a Tierra
Firme,
y
don Pedro y la gente
~ué
por tierra, atravesando
la Buena Ventura, hasta Popayan
y
Quito,
y
con grandes
trabajos
y
quedando los más dellos en el camino, nos
pudo don Pedro,
y
los que con él pudieron tener, alcanzar
en Xauxa en Noviembre, habiendo caminado cerca de 7
meses.
•Luego que la capitana ech6 anchora, fuí á tierra en el
batel
y
hallé doce naos que allí estaban surtas
~on
g;an
pena de no saber de mí,
y
la galera que estaba surta a la
otra banda de la isla;
y
hice subir á una sierra para pro-