•
Capítulo
TXIV.
daban muchos ya sin sentido; y desde entonces les
. parescia no tener indios ni otra ninguna hacienda;
y
como estaban airados, escribían cartas á Gonzalo Pi–
zarra, avisándole lo que pasaba, y de cómo se habían
ya apregonado las leyes.
CAP. XXXIV.-En que se concluye el pasado
hasta que! licenciado Vaca de Castro jué preso.
N
o inoraoa el visorey lo que pasaba en la cibdad, ypor
el tomulto grande que habia, entendía cuán desa–
sosegados andaban los vecinos;
y
sal.ióá
la sala di–
ciendo, que á cualquiera que dijere que Gon..zalo Pi–
zarra se quería alzar, q-qe le fuesen luégo dados cien
azotes públicamente. Vaca de Castro, en estos dias ,
siempre iba á visitar al visorey, y
co~o
ya estuviese tan
mal con sus cosas, le mandó prender y le trujeron á el
cuarto viejo de las casas de Marqués, donde él po–
saba; y estuvo allí preso ocho dias, mostrando senti–
miento muy .grave, porque ansí el visorey le hubiese
preso y tratado tan ásperamente; y pesóle por no se
haber ido á dar cuenta a] Rey de las cosas por él he–
chas en la provincia.
El ohispo don
J
erónimó de Loaysa, pesá:ndole de
quel visorey hobiese preso á Vaca de Castro, le suplicó