114
La Guerra de Quito.
y
por esto
y
por las cartas que de su padre fueron ha–
lladas, fué muerto muy cruelmente. Y Alexandre, lla–
mando á un Polidámas, varon osado, le mandó que
fuese con ciertas cartas á donde estaba Parmenio .y le
matase
y,
despues de muerto, mostrase una provision
quél le dió á los capitanes, para que los del ejército no
se
altera~en.
Polidámas, no embargante que habia re–
cibido de Parmenio grandes honras y bienes,
fué
á
donde estaba,
y
poniéndole en las manos una carta,..
aunque en ver su persona tan venerable le causó gran
compasion, mas teniendo solamente atencion á lo quel
Rey le mandó, le dió de puñaladas
y
puso su persona
en gran trabajo
(a) .
Y ansí, el visorey, queri_endo que
S. M. supiese que con toda voluntad
y
fedilidad com–
plió lo por él mandado, sin se acordar de los escándalos
que se
ha~ian
de seguir, apregonó las leye,s. Y esto que
digo, lo recitamos no por más de por lo que toca á la
intencion suya, no dejando de decir que fué caso teme–
rario, é que al servicio del Rey más conviniera que se
suspendieran, que no que se apregonaran.
Los vecinos de la cibdad, como oyeron el pregon
tan triste, fué grande su . desasosiego; muy turbados
decían unos
á
otros:-¿Qué es esto, por qué S. M.,
siendo príncipe tan cristianísimo, ansí nos quiere des–
truir, habiendo ganado nosotros la provincia á -costa
de nuestra hacienda con muerte de tanctos compañe–
ros; nuestros hijos y mujeres, que serán dellos? Y an-
(a)
DE REBUS GESTIS ALEX. MAG. '
libs.
V I
y
VII,.:_DE EXPEDITIONE
ALEX~
MAG._,
lib. III, al fin.
·
·