Table of Contents Table of Contents
Previous Page  241 / 556 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 241 / 556 Next Page
Page Background

Capítulo XXXIII.

113

una cosa muy acelerada y que para pensalla requeria

gran consejo, que fué, olvidando lo que había prome–

tido, y no mirando cuán enconosas y dificultosas esta–

ban las cosas de reyno, y que los ánimos de los más

dél estaban dañados, y le hcibian cobrado ódio gran–

dísimo, improvisamente mandó llamará Juan Enrí–

quez, pregonero, y que las nuevas leyes

fues~n

prego–

nadas públicamente, para .que ninguno no inorase y

á todos fuese público.

·

Tambien será cosa decente que l'l intencion suya

se mire y no se escurezca; porque yo bien creo él

entendía los movimientos que habia

se!

grandes, y

todos 19s que hoy viven saben nuestro César le

mandó que, propuesto todo caso, aunque fuese di–

ficultoso , las leyes fuesen publicadas

y

ej ecutadas; y

pudo ser el visorey de industria querer luégo ejecu- '

tarlas, para en el tiempo presente ni en lo futuro no

se dijese que, causado de temor, dejó de cumplir el -

mando real. El grande Alexandre, constituidor de la

tercera monarquía, Rey potentísimo de laGrecia, dicen

Quinto Curcio Rufo y Arriano que pasó con él en Assia

un excelente capitan, llamado Parmenio, con tres nobles

hijos llamados Filótas, y Ector y Nicanor; y estando

por preteto en la Mesopontania, parescieron ciertas

cartas suyas que tocaban en deservicio del Rey, y por

sospecha que se tuvo de Filótas, su hijo, porque

habien- ~

do contra

el

Rey cierta conjuracion, la cual por causa

de Dimno se supo, y á él como muy allegado al Rey le

avisaron para que se lo dijese, no quiso comunicar con

Alexandre el negocio, que no ménos que la vida le iba;

8,