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Libro segundo
cbo. amamos1 Porque el brazo·
y
1
fa
razon. De·donde nace que mu–
y
fortaleza
de
la m'Qrtificacion
chas veces se nos va de casa, co·
toma las fuerzas emprestadas no mo esclavo fugitivo, sin
licencia:
solo
del
amor
de Dios,
sino
tam-
y primero
ha
dado una vuelta al'
bien dd ódio santo de sí mesmo: mundo , que echer:1os de ver:
y
con ellas tiene á nimo , no de adonde está. Es tambien una po··
piadoso, sino de severo cirujano,
tencia
muy
ap · titosa
y
codicio.l
para
coi:.tar por do quiera que le
sa de pensar toJo qurnto se le
pide la corrupcion de los miem· pone
ddante ,
á manera de los
bros
dañados, sin alguna piedad. perros goloc;;os, que todo lo an–
De
estas
tres virtudes susodichas, dan probando
y
trastornando,
que son hu:níldad, pobreza de
y
en todo qui eren meter el ho·
espíritu,
y
ódio santo de sí mes- cico;
y
a uoque
á
veces
lo~
aw–
mo;
y
asi
tambien
de la morti-
ten
y
echen
á
palos • siempre se
fic~cion
de muchas
p~siones,
que
v1:1el
ven
al
regosto.
Es
tam~iea
$e
trató
en el
cap.
pasado, como una potencia muy libre
y
muy–
de cosas mas principales en la
cerrera,
una bestia salvage, que
vida
espirí~ual,
babia mucho mas se anda de otero en otero, s\n
que decir: pero estoqnedará pa-
querer sufrir suelta-; ni cabest o,
ra
otros lugares' donde estas
rna -
ni
dueño
que la
gobi.::rne.
terias se
tratad~
mas de propó-
Y demás de tener ella de su–
sito .de lo que conviene
á
tnetno ·
yo
estas malas mañas;
y
algu·
rial.
.
nos que acrecientan su malicia
§. VI •
co11
negligencia , tratándola
co •
mo
á
un hijo
regal.ado,
al qua 1
De Ja reformacion de la imagi-
dexan discurrir ·
por
todas
quan -
·
nacion.
ta'\
cosas quieren , sin contradi·
cion : de donde nace que des pues
D
Espues de estas dos poten· quando la quieren quietar en la
cías apetitivas hay otras
·Consid e racion
de las cosas divi·
tjos
(si se
sufre
decir )
cognos-
nas, no les
obedece,
por et
mal
citivas , que son imaginacion
y
hábito que
tiene c9brad ;1.
Por
eotendimiemo; las quales
cor-
lo qual conviene que entendidas
responden á
las
dos
p recedentes,
las
malas
mañ
~s
dé esta
bestia,
para que cada
qu ,ll
de los dos
le acortemos
lo<>
pasos ,
y
la ate–
apetitos
susodichos tenga su guia,
mos á
u!_l
peseb re (que es
á
·fa
Y su
conocim ~e n to
proporciona-
consideracion sola ' de las cosas
do.
Pues
ta imaginacion (que es buenas
ó
necesarils) pooiénJoie
la mas baxa de ellas ) es una de
perpetuo
silencio ea lo Jemás (a).
las
potencias
de nuestra ánima De suerte , que a si como
atamo!
que mas desmandadas quedaron arriba la lengua para que. no
por el pecado,
y
menos
sujttas
á
hablase siao palabras buenas
ó
ne..
(a).
Supr..
§.
4.