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.li?ró segundo
lidas , y sus
reveses~
y no creer
~
todo espíritu , ni dexarse ven-:
~
§.
IX.
cer de qualquier
fi~ura
de bien;
pues muchas veces Satanás se
De la prudencia en los nego-
transfigura en Angel
de
luz (a),
cios.
y
trabája por engañar.
siemp~e
á
Jos buenos con especie de bien.
Nº ·
menos se requiere pru–
y
por esto de ningun peligro oos
dencia para acertar en lo$
debemos mas recatar , que de negocios ,
y
no caer en yerros,
aquel que v·ieoe con
má~cara
de que despues no se puedan curar
, virtud. A lo menos
~cierto
que sin grandes inconvenientes, con
á
los muy determinados en el que· muchas veces se pierde la
bien comunmente acomete_ el de· paz
de
la conciencia, y se per–
mooio por esta via.
turba la 6rden de la vida. Para
Prudencia es tambien saber te-
.lo qual podrán algun tanto apro·
mer,
y
sabe.r acometer ; saber vechar loe; avisos siguientes.
quando es
~anancia
perder ,
y
El primero de los quales es
d~l
quando es pérdida ganar:
y
so- Sabio, que dice {c):
Tu·s
ojos es·
bre todo saber despreciar los jui-
ien siempre'
aten~os
á
la rectitud,
cios y pareceres del mundo,
y
el
y
tLJs pár pados mTren primero los
decir de las gentes,y los ladridos pasos que has de dar. Donde nos
de los gozques, que nunca cesan aconseja que no nos arrojemos.
de ladrar sin propósito, acor-
inconsideradamente
á
las cosas
clándose que
es ~á
eserito (b): Si que se h-an de hacer ; sino que
hiciese caso de agradará los hom· ante toda obra preceda maduro
bres , no me -tendría por siervo consejo
y
deliberacion. Para lo
de Christo. A lo menos esto es qual hallo ser cinco cosas
nece–
cierto, que ninguna mayor lo--
sacias. La primera, encqmendar
· cura puede hacer un hombre,,
á
nuestro Señor los negocios.
La
que regirse pot una béstia de tan-
segunda, pensarlos p1·imero
muy
tas
cabez~s
como es .el vulgo,que bien pensados, con toda atencion
11ingun tiento ni c·onsideracion -
y
discrecion , mirando no sola–
tiene en lo que dice. Bien es no mente
á
la
sustancia de la obra,
·escandarizar
á
nadie, temer don-
sino tambien todas las circunstan
de
hay
razon de temer: y bien cias de ella: porqae una sola que·
es no moverse á todos vientos.
falte, basta para condenacion de
Pues hallar medio entre estos ex-
todo lo que se hace. Porque aun·
tremos, oficio es de
prud~ncia
que sea muy acabada la obra,
y
singular.
muy bien circunstanciada ;
solp
•
hacerse sin tiempo basta para
poner mácula en ella.
La
terce–
ra , tomar consejo
y
tratar con
otros
(a)
'l ••
Cor.
Ir.
(b)
Galat.
r.
(c)
Prov.
i·