.de la E:,.,·hortcrtion
á
la
f/irtud.
l
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tadores suelen ."con al gunas pala.
y
de los
otros,
dice de
lo~
pri–
bras encantar
las serpientes para meros , que se alegrarán
de
ver
que
no
hagan mal
á
nadit! (de
como estando en
compañia de
manera, que estando vivas no ·estas espirituales serpient1.:s,
por
son ponzoñoc;as,
y
teniendo
ve-
virtud
de
la divina gracia no
neno no d añan con él) asi tam-
recibirán de ellas daño mortal,
bien
esta divina gracia de tal mo · consintiendo en el pecado: mas
do encanta estas ponzoñosas ser-
de
los postrerm,
que
están
ya
pieotes de nuestras pasiones, que destetados
y
adelantados el)
el
estánrlose ellas
viv~s
y
enteras camino de Dios, dice que mete ..
en
el ser de naturaleza , no lo
rán
la
mano en la cueva del
ba–
están en
la
malicia de la ponzo- ·silisco: esto es , que los guardará
ña;
pues no bastan (como antes Dios aun entre mayores peligros;
hacian) para mpozoñar nuestra porque
en
ellos se cumplirá
aq
ue· ,
vida. Lo qual dignamenee signi · lla promesa. del Psalmo, que di·
ficó el Profeta lsaías, quando di-
ce
(b):
Sobre la serpiente
t
ba·
xo
(a):
Al~grarse
ha
el niño de
silisco
andarás,
y
pondrás los
teta sobre los
agujaos
de la ser-
pies sob1·e el lean
y
el dragon.'
pieote:
y
td que estuviere
ya
des· Pues estos son lós
qu~ metie ,~do
tetado, rneterá seguramente la
las manos en la cueva del basi–
maoo ea la cueva d l basi
i~co.
lisco, no recebirin daño; por–
N o hai-árÍ mal ni matarán en to-
que la abundancia de .la gracia
do mi sa,
ntomonte; po.rque la qae se derramará sobre la cierra,
tierra est
!a.ritan llena del conCi>-
de tal manera encantará estas
cimiento
deDios, como ae las serpientes, que no sean parte
aguasdell mar, que la cobre.
Pues
para hacer daño
á
los hijos de
claro
ei¡tá q11e no babia a:qui el Dios.
Profeta de las serpientes mate
· Esto mesmo aun mas clara–
riales, sino de las espirituales, mente
y
sin metáforas explicó el
que son nuestras
pa~iónes
y
ma· Apóstol, quando
d ~spues
de
ha·
las inclinaciones ,que quando se ber
tr~tado
muy copiosamente
desman1dan, bastan· para empon-
de la tirania de nuestros apeli–
zoñar
d
mundo.
Ni
tampoto ha·
tos
y
de nuestra carne, al cabo
bla de 1;i iños ·corporales, sino es-
exclatnó diciendo (e): Misera–
pirituales: entre los qualf! s se ble de mí,
i
quién me librará
llama ofü.o de
t~ta
el que
com~en-
del cuerpo de esta
muerte~
y
za
á
servir
á
Dios, que aun ha responde él mesmo en una pala–
menester leche para
cdarse;
y
bra: diciendo: La gracia
de
Dios,
de<¡terndo el que está
)la mas que se nos da por Christo. En el
aprovechado , que puede andar qual lugar no entiende él por
ei
por su pie ,
y
comer pan con cor-
cuerpo de muerte este cuerpo
t~za.
Pues tratando ·de los unos sujeto
A
la muerte natural que
V
to·
(a)
lsai.
u.
(b)
Ps.
90.
(c)
Rom.
1•