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de la Exhortacion

á

la

Pfrtud.

:r

49

-dice

y

hace ,

e~

armar

bzos '/

11a

y

se quita el pan de la boca,

redes para_

clzar

este aplauso

y y

á

quien

finalmente ama mas

ayre

popular.

Y si nos

maravi-

que

~

Dios; pues por él mil ve-·

liamos del otro

Emperador

que ces ofende

' .Dios~

En él tiene

gastaba

todas

tas

siestas en

an-

su dei>canso ,

en

él su gloria, en

dar '

caza

de moscas

coo

un él su esperanza , ea

ér

todo

su

puozon•

en la mano;

iquánto

es

corazon

y

pensamiento ; con

él

mas de maravillar la locura de se acuesta , con él se levanra;

y

este miserable , que no solo las toda 1a vida

y

todos los sentido•

siestas, sino toda

la vida gasta en

empl ea

ea

tratar

de él,

olvidad~

cazar este mundo

y

ay

recico del de sí

y

de

todo

lo al. De

est'°

rnnndo

i

Por

lo

qual el

triste, ni tal ¡diremos que es !eñor del di ..

hace lo que quiere,

ni

viste como nero para hacer

de él

lo

qu~

quiere , ni va donde quiere; quisiere;

ó

esclavo

y

captivo de

pues dexa muchas veces de ir él

1

pues no ordena el dinero para

aua

á

las Iglesias ,

y

tratar con

sí,

sino

á

sí para el dinero,

Jos buenos, por miedo

de

lo que quitándolo de la

boca,

y

aun del

el

mundo

(

á

-quien él vive

su-

Anima, para ponerlo en

él.

jeto)

dirá.

Y

(lo

que mas es) por

i

Pues qué mayor captiverio

e-sto gaHa mucho mas de lo que puede ser que éc;te

~

Purque

si

quiere

y

de lo que tien ,

y

se Jlamais

capt'ÍVO

al

que

está

en·

pone en mil necesidades,

f OD

que cerraqo

en

una

mazmorra,

ó

al

fofierna su

~cima

,

y

tat 1bie as

q.ue

ti~ne

los pies en un cepo;

de sus desee.odie tes;

á

los q

a- íCÓ,mo

no estará preso

el

que

cie·

les

dexa

po.r b redt'ros

e- ·

sus ne el

~nima

presa con la aficioa

deudas,

é

imitadores

de .sus lo-

desordenada

de lo que

amai

Por·

curas. iPues qué pena -merecen que guando esto

hny ,

nin~un~

estos,

sino la que

escr.ib~

n

haber

po~encia

queda al

homb re

per–

dado un Rey á un hombre

muy

fectameote libre,

lli

es

señor

d~

- a~bic.ioso;

al qual mandó que sí

mesmo,

sioo el!clavo de aque ..

d1es~n

hum?

narices hasta que llo que

dcsorde,n a dam~nte

aml:l?

. muriese; d_lctendo

que

justameH-

porque

donde

está su amor, all,1

te era

cast1gad-0

coa mu·erte de está preso su corazon :

aunql:ll.!

humo .,

pues

toda

Ja vida babia no se pierda por eso su

libre

gastado en procurar

humo

de albeclrio. Y no hace al caso, cot.t

V!inidad?

iPues

qué mayor mise· <lué ·género· de

a·taduras

es~ét

ria que

é ~t~ ~

.

preso , si la

mejor

y

mayor par"'

.

iQu~ ~ue

tamfüen del avarien. te de

ti

lo esté : ni

disminuye

la

to

cod1c10so,

qMe

no

s0lo

es

es.

se'i'vidumbre -Oe .esta prision ., que

clavo" sino tambien

idólatrn

de

estés vol.untarinmente

preso; por·

su

4inero; á

qtúen

si~ve'

á

quied

que si

ella

·es

verd.;ldera

prisioo.,

adora,

á

quien

obedece

en

todo

tant'O

~erá ma~

peligfosa,, quanto .

qLianto le manda.: pw quien

ay.i¡ •

. fue.re

mas

v.olun.tafia •

pu.e¡

ve-

-

Ulo '~