de la Exhortacion
á
la
l/irttJd.
r
47
m aoda. ¡Pues qué
ti1
an
obligó
~omer
, el beber , el sueño,
la
jamás á un captivo
que
tuviese,
salud ,
y
caer en cama enfermo
á obedecer con
tan
gr:inde
ri t>s·
con la
fuerza de esta pasiou•
go
á
lo que
él
le
mal1das .~ ~
iQué
Pues
dime:
i
Qué taJ....s eran
la~
mas duro
y
miserable
c~ptiv
rio
c~d
nas de la
ficioo
y
apr hen–
quieres
que
éste~
swn con
que
estaba su corazon
Pues
en
este
estado
general-
captivo; pues tal impresion
hi–
mente
viven
los malos ; como cieron en la carne
y
en
los mt::s–
claramente lo significó
el
Profe · mos humores del cuerpo ,
que
ta, quando
dixo (a):
Asentados bastaron
para
causarle tao
gran–
están en tinieblas
y
sombra de de enfermedad? Y porque no
muerte , padeciendo
hambre
y
pien. es
que la cura
de esta
do.
estando presos con cadenas de
lencia es alcanzarse lo que se de.
hierro. iPues qué tinieblas son sea; mira bien cómo quedó mas
estas, sino la ceguedad en que enfermo
y
mas. perdido, des pues
viven los malos
(de
que arriba que alc3nzó lo que deseaba,
de
tratamos ),
pues
ni conocen
i
sí,
lo que estaba antes. P rque
muy
ni
á Dios
como conviene;
ni
mayor
dice la Escritura que
fué
para qué
viven;
ni para qué fin
el ódio,.
con
que aborreció des–
fueron
criados; nj la vanidad de
pues
á
la
he1mana ,
que el
amor
las cosas que aman; oj el mes-
que antes la había tenido. De ma·
mo
captiverio
y
serVidu
breen nera,
que
no quedó
COQ
el
Vicio
que
viven 1 i,Y qué
~adeoas
so11
libre ae
]a
pasioo,
sino trocóla
estas con
que está.n presos
sino
por
otra
mayor.
iPu~s
hay
tira.
las fuerzas de las añc1ooes -can
no
en el mundo·
qu~
a.
i
vuelva
que
están sus corazoaes aferra-
y
revuelva sus prisiom:ros;
y
asi
dos
c<,>n
las. cosas ,que
desorde-
les haga
texer
y
de~texer,
aada17
.nadamente aman
1
f.
Y qué ha
in-
y
desandar los mesmos caminos!
bre es ésta_que padecen ,
sino
Tales pues son todos los que
el apetito
insaciable que tienen están tiranizadas
de
este vi io¡
de infinitas cosas que no alean-
los quales apenas son señores de
zan
~
iPues qué mayor
captive.
sí mesmos; pues ni comen ni
rio quieres que
éste~
·
beben , ni piensan .ni hablan ni
Vt!amos esto mesmo
por
otros sueñan
sino
en él : sin que ni
el
exemplos. Pon los ojos en Amón,
temor de Dios; ni el ánima, ni
hijo primogénito de David (b);
la conciencia, ni Paraíso, ni in·
el
qual ,
despues que puso los
fierno , ni muerte, ni juicio, ni
· suyos
en su hermana Thamár, aun
á
veces la mesma
vida
y
de tal manera se cegó
COll
estas honra (que eHos
ta1ito
aman) sea
tinieblas,
y
se prendió con estas parte para revocarlos de este ca·
cadenas ,
y
se afligió con esta mio.o ,
n~
romper esta cadena.
hambre ,
que
vino
á
perder el. iPues qué 6liré de los zelos de és •
T
2
tos,
(a)
Ps.
106.
(b)
2.
R.eg.13.
1