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131

guno la facultad de elejir s11ccesor

y

m~c.h~.

menos de

tr~ns-~

mitir ese soberano

y

alto poder. Los pnvilejlOs, prerrogativas,

y

dereclws concedidos

á

la. universa lidad, no se los apropian

su1:1 rectores, aun<¡ue ellos den

y

reciban

a

non:ibre del cuerpo

col jiado. La Iglesia, no era una persona fis1ca; era preciso

un ser raci1inal, que la representase: esto hizo Pedro; esto hi–

ciPron los <lemas apóstoles. Es por esto, que cuando un pre–

lado es e lecto, la Iglesia es la que !o elije;.

y

á

esa

á

quien

chj.., le trasmite el ejercicio de la a11torirlad, que le es propia,

c11mo dada por Cristo». La opinion de Origenes era muy jus–

ta: los prelados no deben designar por sus testament•is suc–

ccsores, ni recornendar

á

sus parientes: las elecciones deben

ser de U ios por e l pueblo. Asi contempla, que será elejido

el mas digno, el mas santo, e l mas prudente.

Un

ciudadano

no ejercita por si mi mo ninguno de los poderes; pero los ciu–

dadanos reunidos concedt>n e l uso de los poderes

á

una ó mas

pnsonas. "Elej ian los fieles

liUS

prelados. El electo era un

Obi po con titulo d ivin•>".

1

SAN

Bernardo cnn ese aracter fuerte de que

fué

dotado,

muy purccidv

de S. Pablo, le e cri

j

~

Euje11 ·o

JI

:

"Hierras,

si co1110 tu potes

e

¡

a, lejida por Dios es sum , crees qu_e

os so la.

i

•i

",g

1 ient , de que d,ijn, ne hay potestad

sino de

Di11s:

toda alm ea

suj~'ta

á

1

¡;

pot@tades mas sublimes.

No dijo a la ma ·

'me-, rn•

sf

habl~

e e

in

no, sino

a

las mas

s11bl 1111 s,

rt:fid

d e

á

nu hl)

.i

EJ

Dr. Gers •n e l sabio, el vir–

tuo ·o, \'1cndo tr:_astl)ruada la dn trina antigua esclamó: "Creció la

avaricia de lo clerigo

y

la codicia cle los papas, y la pote tad

y

autoridad de los obispos, querló casi agotada y destruida/>

Los que di principio

t

nian autoridad igual C<ln el P apa, no

puru<'Í ' ron d spues sino simulacros prntados

y

casi borrados.

EN

la cuna de la l gle ia los obispos, no tenian diocesis,

ni lgle ias eña la<la . Su potestad era una en toda la tierra.

It predícate

in

universurn

mimdum.

S. Pablo era obispo co–

mo S. Pedro. S. Cri ostomo lo llama obispo del uni verso, de

Jo mare ·, de

~as

tiaras, de los bár.baros )'.

gri~gos.

A Timo–

t

o

1

da tamb1en e l nombre de ob1 pn universal. E ste fue el

concepto del santo, cuando dijo, "comun es el cuidado pas–

toral a todos los que tenemos e l oficio de obispos. San Ci–

priano. en su tratado de la unidad de la lgle ia lo compren–

dia todo n ':1na clan ula,JJ los pastores son muchos, la grey

e una: un Dio , un ' risto, una Iglesia: los obispos unidos son

lo lazos de esta umon. Tul es e l jeneral sentir de S . Gre-