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130

1•La

Jg)esia está fonclada snbre Ja piedra, de

ñ

i!nocle

tomo

Pedro el nombre.

No

de Pedro piedra; sino de piedra

P

drtt;

como nn Cristo de Cri tiano; sino Cri:tiano de

risto.

P

eso pues dijo el Señor-SoLre esta piedra edificare mi lglcsi n;

porque habia dicho Pedro-tu eres hijo de Dios vivo.

o–

bre esta

p1

dra, que has coofe ado, dij o, edificar

mi

Jgl . ia,

La piedra era Cristo, sobre cuyo fundam ento tarnbien, el mis–

mo Pedro es edificado.

Luego ninguno puede ponn otro fun–

damento, ademas de este, que está puesto

y

que e Cristo

Jc–

sus. (.)

.MucHns intérpretes sflgradns juzgan, que comn Cri

to

ha·

blo

con todos Jos .apó tnle!ói, la resµuesta de San Pedro

fué

a

nombre de todos.

Se fundan en la carta de San Pablo

a

lo~

de Efeso (,) donde enseña, que los apo toles eran los ci–

m~entos

de la Iglesia de Dios: Cr_isto la piedra angular. Doc·

trma conforme con el Apocalipsis.

Se cita e l capítul

21

ver·

so

19.

Yo hallo que lo clasico de

la

exprcsion 'i ne d1•l er–

~o

!

4.

E~

murus

civitat'is

lwbe-11s

f

und

~merita

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811?

SAN

Agu,,.tin con

uel ei>tilo para mi Ruav

y

ncanta-

dor, habla con estas mismas clau ·ula : "¿Aca o r 1·ibirí P dro lns

]laves.

v

no las r ecibió Pablo tambien?

¿Acaso las recibió Pedro

y

Juan

y

Santiago no

las recibieron?

¿No están e. tas lla es

en la iglesia, donde continuamente

e perdonan

lo

pecadfJs7

E stas llaves no las recibio un hombre, sino la Iglesia en je–

neraP>.

Los conceptos del Abulen!>e on en e le capítulo tan sólidrnr,

como todos los que

e hallan en . us obras.

"Lal:l

lla e , <lice,

se dieron

á

la Iglesia.

Los apó tol s las recibieron como re–

presentantes

y

ministros. Si.

á

<:llos por sus p r onas hubie·

ran sido dadas, muertos, finahzana la pote tad. No tf'nia nin-

[.]

In trae trat.

134.

[ j

Cap.

2

u.

20.

[ ;

De viril eccles.

[:

_LW.

16

cont.

J(}I),