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literaria de las Gálias: [.] "Übra tenebrosa, que desde enton–

ces sirvió, no solo para oscurecer sino cuasi para trastornar

toda la ciencia del derecho canonic .

Si yo entiendo

á

Cris–

tiano Lupo, él confiesa, que

fu é

una fraude piado. a, la supo·

sicion de antiguas decretales para elevar la autoridad del Pa–

pa muy deprimida en las Gálias, España, Alemanía,

é

Italia,

por las incursiones de los Francos, Sarracenos

y

L1Jngobardos.

No omite ir.icorporar

a

los Griegos como causantes d

las ve–

jaciones contra los Pontífices».

No

se

que piadoso fU'lfilóíó.

[, ]

Natal Alejandro increpa altamente la impostura

"maligno

Í'fli–

postnr''.

Balucio lo

llama nebulon impttdt'ntisimo.

LA

silla Apostólica tomó

a

su cargo autorizar la obra.

Nicolao

l.

o decreta su acJmisiion, como un codigo. Hinc–

maro

y

Qtros muchos obispos de las Galias

fuertemente le

i·esisten. [;

J

No ob tante, en el concilio celebrado

a

fines del

siglo X, los obispos tamuien ele las Galias, se refieren

á

esas

{al, a decreta les, en la causa de Anulfo, como testifica Pedro

d~

Marca. [ : ]

V

.\

.

1

AN- SP •N

tomo un tra

ªJº

excesivo, en numerar os er.

ror s, anacronsr ns

y_

falsedad s, de e te rr

re~

ler de m1·ntiras,

Ó

si

RO

quie e

1

o

rnuu tero,

Qu1

iera se róe dije ·e, ¿con

quo objeto

e

fa:

e

sta

fi

tiga?

osoir• 'S

s~be mos

lo que

es de

f ,

y

nos

v'cmi

de la esérítui-a

y

traaicion.

Los ca.–

nones de lo

C

cilfo

en

rales, contra loi que quisier•Jn tur"7'

~ar,

o viciar

1'

fi

s n

re~pnocidós,

ad[l11tjdns

y

rt:lspeta·

dos por todos los católicos. En cuan o

á

la autoridad po1n–

tificia influyen poco las

de~retales

de los Papa .

Lo

libela–

mos por otros sólidos

y

110guros principios. Abandonarase esa

obra, comb insostenible en nuesLros dias,

e

incapar. dt:J pro·

<lucir ningun buen efecto.

P.eno procediendo con absoluta imparcialidad sin esclavi–

zarme a ningun partido, si conozco lus vi ins de esas decre–

tales, tambien advierto cuan perniciosa era la multiplicidad de

códigos ecle. iá ticns, tenjendo cada naciun el suyo.

Si e hu·

biost:Jn admitido en tortas las- Igle ·ias las deci i aes del con.

cilio Trulano,

n el que se confirmaron los cannnes de los

concilio

anteriores, los africanos

y

algun<1s op11sculQs de

los

f

.]

.

]

[;l

[:]

Tom.

4.

111

1wt.

ad can.

3.

o

tom.

1.

Dis.

la. in

coll. lsidor. lYi erc. Van-Spen.

L.

2

c.

6

§

82.