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Ja que tanto se ha declamado
y
<leelam!l, -pnr millares de
fe11·
-tes frívolas, que no tomaron
pmás
en sus manos el decreto.
Nú
me propt'mgo fr1rmar su defensa; pero los verdaderos li-·
teratos saben, que contiene partes muy utiles. Confieso, que
<?on
jus.t icja se
fo
hacen algunas acusaciones.
T engo en mi
mesa thi--tres
y
eruditos canonistas. Los verdaderos literatos
no lo desprecian. Se le
imputa la suposicion de decretales,
para aumentar el poder Pontificio.
La ignorancia jeheral de
los siglos se dice que facilitó
la imp•)stura. Es verdad, que
los estudios en el occidente, sufrit·ron las mismas
desgracias~
que el impe1,io.
·con la guerra, se sepultaron artes
y
cien–
cias. La guerra es la mayor plaga de la ilustracion. La an.
tigua discipli
na pe11dió mucho; en todo esto convengo.
Per<J
Gtrnoédaseme,
ql.leel dogrna no .11e perdió.
1.a moral se cor•
.-ompia: el ce
i:itrode la
fo
se mante1)ia ilesG
No alcanzo, ¿pnr qué
á
la colecci11n de Graciano se ti.–
tole derecno .nueyo?
Jamas se le tuvo
p11r
un código al quo
se debiese obedecer.
Es falsa
y
suptlesta la aprobacion de
Eujen.i0 3,
0
Pudo sl!lccdqr y en r.eali,Jad sucedió, que en
la.
oscura noche de esos sigl0s, se
le
die e en los, juicios la au–
toridad de que carecia. Mas ape as co enzó
á
rayar la luz,
cuanclo
apa~e
'eron a
c 1•.r;eecione
tle s\1
ttbra. El primero
que se p oµuso enuvmclar
su~ defo~t
)S
fué
Concio.
Le siguió
el francéi
nto111C)
Dú.moares, uu que infe11ior en los trabajos.–
(;oncio an
· los docu eutos e:x1¡1úrio , presentó los cunones
01>iji11ales, m
ife-tl'1 cuales eran las decretales
fal~as.
Su pre–
facio es sublime,
Puso nnmeros
a
los capitulos
y
cánones. Al
~ga.r
de los títulos, agrego µequeñas sumas: redujo el trata·
dl) de .peíl1tencia a siete disti1wiones.
Los Papas Pio IV
y.
Gregorio
~lll
c1.1mplie1vto las órdeues del Tridentino, le agre–
garon correcciones, nombrando una com.ision al efecto. An.
~onio
.J.\gus.tino, mas ,que
todo~,
puriticó
~sta
antigua ob¡a, has·
fa
dejarla en un estado proveclwso
y
ulll. No por eso
fué
un
eóáigo,
J..,a !glesta Romana, ln que mandó
fué,
que conie–
~e
el <,lec retn,
ya
correjido.' Dice el ilustre- español, los frag–
ment9s de
Gra~ial1!>
tienen la misrna (uerzf\ en el decreto, que
t uvieror1 fuera de l decreto. [.]
EL,
mal yenia de
~trás:
el derecho nuevo
cornen~aba
ea
la pesti.lente .obra _de Jsidoro Meroator,.ó Eecator, compuesta
á.
·mediados del siglo 8.
0
De eHa se e¡¡cribe en , la hist•)ria
-----------------·..--------. :-r--
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