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Puede perturbar la formacion de capitales.
La desviacion de su ap1icac:ion
ncl
1.ri1
ele grnn parte del
poder productivo <lel pais, no es
el
{mico peligro de la abmr
dante i fácil fuente de riqueza, que se
ha
adquirido.
Aumentándose de un modo considerable las rentas del
Estado
i
de buen número de particulares , será fácil caer en
-los gastos supé rfiuos i en las intemperancias del
h~o. Sa~
bida es la influencia que ejerce en los hábitos sociales el
derroche de los gobiernos
i
de los favorecidos por fortunas
improvisadas : como ya lo hemos esperimentado en Ohile,
él da oríjen al lujo relativo de t odas las clns0s sociales,
i
vor consecuencia a un consumo inmoclerndo de valores, de·
bilitándose la actividad industri al i poder productivo.
Puede influir en la correccion del presupuesto i de las
contribuciones.
Todavía puede preverse una modificacion de consecuen–
cia, sea en los hábitos tributarios del país ,. sea en la organi–
zacion de su impuesto. Ya se vislumbra la tendencia para
colocar sobre las rentas debidas al guano
'i
s~litre
no solo
las cargas que deberemos a la g uerra sino 1 uchos de los im·
puestos actualmente establecidos. La opi ion se encamina a
repetir en Chile el mismo fenómeno que subsistiera en el
Perú, cuando podia costear el servicio público con ]a sola
renta del guano
i
cuando esa riqueza, causa de la inmora–
lidad de su poblacion i de su postracion industrial, incita–
ba a todos, a pueblo i gobierno, a vi vir a cost a de ella.
Los hombres abandonaron las ho1wstas
i
fatigosas labo–
res para hacerse los parásitos del
E~tado,
dueño de una
renta que no siendo recibida del imp nesto,
i
por tanto :fis–
calizable su inversion por los contribuyentes, facilitaba to-
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