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~uestiones
sujetas a
S'U
estudio.
A
pénas enuncia algunas,
sin atribuirles importancia i sin haber comprendido su al–
cance. Otras las arn1lii:i con espíritu preconcebido. Ha res–
trinjido sobre modo
In.
ancha esfera que l e estaba designada,
e inspirándose en un estrecho espíritu de fiscalismo i par–
tiendo de premisas equivocadas, llega a conclusiones erró-
.
.
neas
i
mezqumas.
Aunque no tenemo,;; el espacio ni el tiempo de que la
comision pudo disponer, vamos a indicar las cuestiones que
ella debió haber estu
1
liado, vamos a indicar los errores en
que ha incurrido,
co11
la mira de provocar su estudio
i
lla.
mar sobre esas cyest.iones la atencion de los encargados de
resolverlas.
Conocemos la temeridad de nuestro intento: se trata de
censura1· la obra de altas intel\j encias i de reconocidas ilus–
traciones; sin embargo tenemos fé en la fuerza ele la ver–
dad, i esperamos que su sencilla
i
tranquila esposicion
lleve el convencimiento a los hombres de recto espíritu,
amantes de la equidad i de la justicia i que a todo antepo·
nen el ·asegurar a
la
república una vida de fieme prosperi–
dad.
Algunos de los peligros que envuelve
la anexion del distrito salitrero: abandono de nuestros
hábitos de laboriosidad.
Hubiéra.mos deseal1o escuchat· el juicio de la comision
sobre la influencia i modificaciones que, en nuestro modo
de ser social
i
económico puede ejercer la incorporacion a
nuestro paí s del
terri tor~o
qL1e se encuentra. ahora bajo el
imperio de nuestras armas ;
Su autorizada palabra hubiera servido para prevenir se
incurra en falsas apreciaciones,
i
para indicar dificultades
i peligros que los hombres de Estado podrán sin duda pre-