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:Moyen) o que le sometiese, como pu¡¡tos de consulta, las dos •,cuestiones de
astronomia y ele hlstoria natural sobre la superfluidad de los orbes
1
del espa–
cio y sobre si el enjendro híbrido de las mulas es un fruto armónico o mons-
tru0$0 de
la
naturaleza~
1
•
Acaso el máximum de la severidad sacerdotal llegaría, en un caso como el
presente, a algunas oraciones,
0
la lectura de algunos pocos libros, a una
c01-rida
de f!jercicios,
que duraria nueve dias y en la que se gozaría de las
flores y de la sombra, del incienso del templo y de opíparos y delicados re–
.galos a la
mesa.
Las ora,;iones, entre tanto, euyo aprendizaje impuso el Santo Oficio a
Moyen, fueron :las cadenas, la oscuridad y el maceramiento gradual de su
euerpo hasta convertirle en una especie de llaga cadavérica; la lectura de
libros ascéticos consistió en el Sambenito y el paseo por las callés en bestia
de albarda, espuesto a la vergüenza de la plebe; su
corrida de
eJercicios,
una'
horrenda prision de
TRECE
.A:Ros, y despues, como
.A.BSOLUCION,
y en pos del
.ABREPENTIMIENTO,
en pos de la
ABJUR.A.CION,
que era la consagraci{)n eterna
del abandono de sus errores
y
la causa legal, la razon justa y misericordiosa
de
SU
perdon, lila sentencia horrible de azotes, vilipendio y otros
DIEZ AROS
de vida, es decir, de agonía en un
PRESIDIO
bajo el sol de Africa. .... .
Todo eso, una vida entera de infinito martirio, 'costaba
al
hqmbre, a la
heéhura de Dios, una opinion, un error, una palabra, cuando estaba todavía
en pié
pa.rala vergü¡mza y el norror del mundo aquel tribunal infame
aJ
que
hoi un celo funesto levanta arcos de triunfo implorando ta.lvez, en secreto,
su infame resurreccion!. -· ...
Lo que queda por contar del proceso de Moyen es toda
vi¡¡.
mas horrible
{]_ue cuanto dejamos dicho.
.
1
La discusimí de sus errores o los
cargos
inquisitoriales, segun el lenguaje
fbrense del Santo Oficio, tardó un año cabal, r.del 4 ds mayo de 1752 al 18
de aquel mismo mes en el -año subsiguiente. Fruto de esos tenebrosos deba–
te8,
en lo estériles y en lo largos semejantes a los que en e1
día
se usan, es
el resúmen compendioso de alguna de las
proposicioneiJ
y
respuestas
que
acaba~os
de apuntar.
Hemos dado ya cuenta de la furia implacable c9n que el
fiscal
Grillo
habia pedido la
relaJáción,
es decir, la muerte de Moyen.
l_
cruy.o su
•JÚta
había sido
el~ada
al Santo Oficio antes de haber sido oido el desamparado
reo, clamaba éste por clemencia, alegando que aquel verdugo le condenaba
Sin
tomar en cuenta sus descargos, y pedia el illismo
·día~~
que se habían
cerrado las audiencias de las
proposiciones
(el18 de :mayo de 1753) que se
le tratase con
la
beni.:,otüdad pgsible, "por el esceso y culpa, dice testual–
mente la acta de aqucl
élia.~
que resulta de haber 'hablado
sob¡-e
materias
de.