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mui christiana ni mui caritatiba pero rre conosia por pecado
la locum,· que
dade entonse les confesé y assi, a donde es la razon, para acuzarme al Sto.
tribunal'/
de mas, como ellos, lo an declarado la historia ahi su sedida,
entre, un mulato de arriero, que maltrat va a su mula, con el palo, y ami
con la lengua, pues, en que se entre metieron ellos, y despues a haserme
abiar para
ir
al Sor. Comisario accuzar, y mas,
no ay en esta .acuzasion cauza
ninguna
contra la fé: y mas, que ssta conversacion
fue de noche,
que no
se
vee
lo que se hazen: y todos
por aber bevído bastante aguardiente
no sa–
bían lo que se dezian,
y
menos yo."
Hasta aqui las apuntaciones de Moyen. Lo que sigue pertenece a su abo–
gado el doctor Valdivieso.
"En el cap. 40 sele hace cargo de que en cierta ocasion maltratando un
arriero
á
una mula porque se tendía con la carga se indignó furiosamte
diciendole que
~quien
le havia dado autoridad para que maltratase o intenta–
se matar
á
la mula quando
tod~
eran Criaturas de Dios1 y que tratandose
de este succeso en presencia de otros añadió que no comería si huviese de
ser necesario matar res
o
ave para si, y por todo se le acusa de hipocresía
que
sapit lu:reg·ian manicheor?tm
de sospechoso en la fe y de hipócrita.
"Dn. Franco. en su auda. de acusacion respondiendo al capítulo dificulta
haver dicho que el no matarla animales si fuese necesario hacerlo para co–
mer porque en la Francia salia
á
todo género de Caza, en el viaje de las
Indias Orientales (1) mató
dos. Carneros,
en el camino del Cuzco a esta Ciu–
dad
dos o tra gallinas,
y
muchas veces cazó en el camino de Potosi
y
Buenos Ayre.
En
la auda. inmediata acordó ·que a un arriero que maltrataba
su milla. para zaerirle diciendole
bruto ·~
que el lo entendiese le dijo que
no maltratasse
a su pro:cimo.
Si el testigo original que depone del caso es el
mismo arriero, es natural que invirtiese la razon de
proximo
con la razon
Oreatura de Dios.
"Aunque asi no sea, me parece por la regular observancia que tengo de
succesos semejantes que Dn Franco. esta mui distante del Maniqueísmo. El
succeso de tender se la bestia con la carga
y
maltratarla
~1
arriero para que
se levante es tan repetido en esta Ciudad
con los burro& destinados al cargio
de
la
yerba que en una mañana que se
dé
buelta·a las Calles de esta Ciudad
se vera repetido el succeso de Dn Franco.
Luego que pára una 1:.equa., caen
por tierra todos los borricos. El yerbatero comienza a golpe de cuero, proai–
gue con el palo y ultimamente termina en las piedras. Assi el animal pierde
el
tino y por las ancas el cuero reducido
á
un espectaculo de ll:lgas en carne
viva. Todos quantos ven esta operacion la tienen por cruel Los del pópula–
cho que son otros ·tales como él yerbatero los satirisan diciendole que atienda
ser su prÓJimo
en que quieren significarle ser tan incapaz como el burro de
(1) Cuando fué a Pondichery en 1736.