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total de
la.s
víctimas de aquel horrible monstruo, que solo por á.frehta
iic
Dios pudo llamarse ministro de su culto (1 ).
Por otra parte, la. Inquisicion de Lima, de la. que directa.n1ente iba. a dé–
pender el proceso de Moyen, se hallaba. compr{)metida a
la
samn
!3fi
pV'ea
.juícios de
r~sidencia,
en los que sua. minÍ!ltros se a.CúSaban mútuamente de
ladrones (y a la verdad que lo eran!),
al
propio tiempo que el ilustre conde
de Superunda, a pesar de
la
benignidad de su carácter, unida a una
acrisó–
lada rectitud, d6meñaba. su insolencia; conteniendo sus desmanes pata con
la sociedad civil y el trqnot seg'UD en su lugar hemos pe ver.
No iba por consiguiente a llegar la desventura de :Moyen
hasta
la hogue–
ra, que
ya
estaba
casi
del todo suprimida, precisamente en
la
époc&
en que
por
.todas
partes, y especialmente en Francia,
levantab~,~>
sU
cabeza
la
herejía,
lo que prueba.
la
eficacia que habia alcanzado la institucion·tan pr-econizada
de
útil,
justa,
racional
y
santa
por
1m
prebendado de Chile, donde nunca
la hubo, gracias a nue!>iros mayores.
Volvemos ahora a la interrumpida narracion dei proceso del heresial'ea de
Potosi.
·
(1) El sailor Saavedra. en
la
parte
de
l!ll
opil.se)lio
que.serefiere
a
estos eómputqs esta>
dlsticos, desmiente resueltamente a Llorente
y
~a
Íl!la esta.dilitica induét;iva de
ll1l
propia invencion, que
t&!V'ez es mui
injeniosa, pero
c;le
la
que no podemos
hacernos
cargo
por nuestra
supina
ignorancia de
la
cienéia de loé nfuneros.
Entre
tanta,
Llorente
fué
Mlr'dnrio
de
la
Inquwcion, tuvo a su disposicion'
)Xlt
ID.
uehos
afias
1~
archivoll de la.
Suprema
(que era el
nombre
dado
a
la;
corte
superior de inquisidores que
_pl'ellidia
el
Inquisidor jene:ral)
y ea natural
pre¡mmir
que
!IU8
cdlmdoa fundado&
aicancen mayot-
au•
t.ridad
que
las
caprichosas
elucubraciones
n1lllléricaa
del
prebendado
chileno.
Segun
el cómplito de Llorente,
las
vietimaa
de
la
lnlJ.uisicion espafl.ola en
hJB
tres1
cientos
diez
y
;siete
añoa
que duró su il!aperio
(1481-1808) llegaron
ll.
3.1,021
8B
ellta
pl?
porcion;
Qtremad.osen
persona.. ...... ... ... ............. .................
31,912
En
estátua.. ..... .......... ... .. ...... ..............................
17,659
Pe'llitenciados con
pt'nas
graves... ........, .......... .... •.....
291,i5o
Total............. .......... ... ...... ..................
341,021
Torres de1 Caati.llo (ohm
citada,
t. VI,
páj.
758) aumenta esta suma a 356;659,
pt&
sentando el número cabal de victinias bajo cada Inqliliñdor jenéral. Su proporcion ee
br
siguiente:
.
Qllen:i&dos
enpersona....... ....... ......... ...... ... .....••. ...
34,659
En estátua...... .......... .. ... .... ...... ..... .....:................
17,552
Penitenciad011 ... .. .......... ..... .
·······:···!..... ............. ...
304,659
Total... ... ... .. .. ,, ... ... ...,............ ... ....... .. ... 356,659
Segun.
el mismo autor, conceptuando que la fámilia. de cada víctima se compllsieSil
110lo
de
cinco
individuos, a los que alcaiiZlloba
1a
deshonra
y
la miseria del
castigo
por el
fuego Y
la
confiS€aeion, el número de
'VictimaM
directas
de
14'
Inquisicion en España,
fuer!l
de
la$
quema.da.s
en
América, en Portugal.
y
otros
paises,
debe vaJ.orizarse
en
1.705,105
individuos!
El
historiador
francas
de
la
Inquisicion, Leonru-do GaJlois, citado
por
sn
hijo
N
apoleon
Gal.fuia,
hace
supir el
núme.rode
las
yfctiJna.s
de
la
Inquisicion
e:spa.ñ.Qla,
comprendiendo loa
moriiscos
y
judi~
espulsados, a
·cinco millo11t11 de ho-mhrerl