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Pero, porque Cervantes dió a luz, preso, manco
y
oscnro, su admirable
cuento del Quijote, y porque Lope de Vega y Calderon hicierOJÚ'epresentar
sin ser quemados sus célebres
autos sacramentales
(que no son sino nuestros
inocentes sainetes de
la
calle de Duarte); porque Santa Teresa escribió en
éxtasis sus cartas y porque florecieron los "tres grandes historiadores de
España, Pulgar, Zurit y"Mariana", meros apuntadores de la cronolojia de
los reyes, y si bien hombres doctos, enteramente ajenos a la ajitacion pro–
gresiva de su siglo, por todo esto, que no significa sino que
la
intelijencía
humana. está destinada a vivir eternamente como los astros en el cao:s, por
todo esto, el paladín de la Inquisicion la declara protectora de las ciencias,
de las artes y del
progreso~
·
Y la persecucion inquisitorial de los
padres
Isla
y Feijoo, que no escribie–
ron un romance ideal como Cervantes, sino que se ocuparon en retratar con
arte de maestros
la
sociedad en que vivian, tpor qué no ha sido mencionada
po~
el señor Saavedra como una prueba mas de la proteccion jcnerosa. dis–
pensada por la Inquisicion a las
letras~
Por qué no lo ha sido- tambien la
prision de cinco años en
la
Secreta
de Valladolid del ilustre Luis de Leon
(fraile tambien) y su sublime
decíamos ayer
a sus discípulos cuando escapó
de
las
manos de aquellos apóstoles de
la
ignorancia, en cuya gloria el señor
Saavedra se atreve a nombrar como una lumbrera al mismo sábio que fué su
victimai
Y el
Indice romano,
catálogo vivo de
11.
proscripcion del pensamiento, fué
instituido, preguntamos, en bien del pensamiento y de
la
imprenta1 Ob! Por
qué no dice tambien el señor Sa.avedra que la mordaza fué ínventada para
el libre uso de
la
palabra o que
la
proscripcion del
FERROCARRI.L
por el con–
fesonario tenia por único piadoso objeto aumentar el número de sus abo -
nados1
-
Pero tqué respetó, preguntamos nosotros al señor Saa.vedra para abreviar
esu polémica imposible, qué respetó
la
Inquisicion en materia de ciencias,
de letras, de progresos, de relijion misma, que no fuera la relijion de
11.
ho–
guerai
En
las ciencias, vespetó siquiera
a.
don Félix de
Azara
o al limeño
Olavide, acusado de
ciento
sesenta
y
sejs proposiciones heréticas
por haber
hecho en Españ¡¡.,
con autorizacion real,
el primer ensayo de
la
tolerancia prác–
tica de los cultosi
En
la
poesia y respetó siquiera al dulce Melendez Valdes, al
injenioso Iriarte, a su colega siquiera, el fabulista Samaniego1En la politica
respetó a los únicos hombres eminentes que gobernaron a
la
España desde
Florida Blanca a
J
ovellanos, desde el conde de Aranda
~
UTquijo
y
a Maca–
naz'l Pero qué decimos! Respetó por ventura
la
Inquisicion a los mismos
escritores sagrados que invoca su exaltado apolojista como prueba de su
tolerancia1 ¡,No estuvo el mismo Mariana encerrado en sus calabozos1 (1} tNo
(1) Verdad es que Mariana. llamó
saludabk
el
establecimiento de
la
Inquisicion en su
época,
pero no por esto dejó de patentizar los
~entimientos
de repul!
i.onoon que íué
re-