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Infeliz hombre! Si los tres primeros años de cautividad ha."bian tornado ail
una vejez repentina y achacosa su lozana juventud,
cnál
seria su espe.ntoaa
condici9n en los que ahora corrian1
Por fin, el 14 de marzo de. 1758 se concluyó la 'llamada publicacion
de
probanzas, y se conceilió un .término conveniente para presentar la defellll&.
Fué hecha ésta en gran manera por el mismo
reo
~n
un pqder de lójica
y una conviccion serena y valerosa que revela, eegun se habrá notado en loa
estractos ya Euhlicados qe sus descargos, cuánta era la lozanía de la intelijen–
cia.
verdaderamente singular de aquel mártir de una turba de leguleyos
crue–
les e ignorantes
(1).
Sin embargo de que la
ceremonia
de
la.
publicacion ele
las
pruebas terminó,
com<1 tlijimos, el
14
de marzo de
1758,
y de que Moyen se apresuró a
redac–
tar sus apuntaciones, el doctpr
V
aldivieso no estuvo
listo
parl\ presentar su
defensa sino
VEINTE MESES
mas tarde, el 8 de noviembre de 1759!
Era aquella pieza un ·larguísimo alegato, como los que se
usaban
enton~
Y
ahora mismo, y de su mérito forense y literario hemos dado una muestra
en la cita del pasaje o
J¿erefia
de la mula, que ya antes hicimos.
Su principal, su único mérito era talvez su conclusion, porque, ademaa de
ser clara y lacónica, bajo
el
velo de la compasion por
la
victima,se
enrostraba
a sus verdugos
su
fria y persistente
i~quidad.
"Y
finalmente, dice_, en efecto
aquel escrito, atendido a que su delito confesado
preciaatmente consiste en una
garrulidad
en el modo
de expresru·se
contra las dignidades Supremas
de.laIglesia a causa de haver leido una u otra Historia,
entrando en pm·te la liver–
tad
fra7U'Oa.
Por todo pon_go en consíderaon de este Sto Tribunal una prision
tan
dilatada
que en
el derecho
qnasi llega
al
tiempo
de
~tna
pe11a
capital.
:Esta.
,Prision supera a qualquier castigo que corresponda
a
este
delito~
porque
e•
una
gran
par?e de la
vida
dentr..o
de una
estrecha
Cardel,
que necesariamente
ha
de superar las incomidades de un largo destierro y en fuerza de todo pido
quede eompurgado el delito·' etc.
Quedaba ahora solo por llegar, antes del castigo, la última pieza de aquel
proceso que duraba ya diez años,--la sentencia definitiva. Pero concluyó el
añ~
de
1159,
en que
Sfr
habia presentado la defensa,
trascurrió íntegro
el
siguiente
de
1760,
y corria ya parte del de
1761;
y no obstante los inquisi–
dores.nisu
consejo se reunían para pronunciar el
auto en
ieji:nitiva.
Por
qué~
¿q1.1.é hacían aquellos solemnes y sangrientos aciosos1 Ocupábaillos
acaso tanto
las
urientes embarazos
del
oficio,
que no podia.n despachar
la
cana&
(1)
La
defensa de
Moyt~
fné escrita en. efecto por él mismo en 'tres cuadernos de lé–
tra
sumamente estrecha y
metida
que cont-enía en su
conjunto
cien
pájinllll
en
folio,
Y
annque parecían redactadas como meros apuntes para su allogado,
teni;an
muestra dé
una
estraordinaria
erndicion
:y
un lenguaje que, aunque ineorreeto
y
basta
btrhato,
denotaba un visible pr,ogreso en la jerga galo..pprlugues que prevaleeia enau primerO'
eklitoa.
l'RANC. :II.O'L
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