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( 159 )

te1· potentiorem p1·incipalitatem,

·perdonat· pecaclos

y

hacer todas

uecese

est omnem

conveni-re

)as cosas que convengan para

Ecc;lesian}, hoc est, eos qui sunt

alguna consugracion: por esto

undique fideles:

in qua semper

es que la potestad de órden se

conse~ata

est ea quce est ab

llama las mas veces potestad de

Apostolís traditio.

Lo mismo

consagracion. A la potestacl

dice

S.

Cipriano lib.

l.

E

p.

in

de juriscliccion mira o toca el

Ep.

ad Corn. S. Ambrosio in

gobierno del pueblo cristiano–

iib. de excessu fratris sni Satvri

fuera del SacraHiento, consn–

c.

7,

et Serm.

47,

de fide ·Petri.

gracion

ó

administracion, como

Oígase en fin al Sinodo nniver-

es el dar

y

el quitar leyes, ex–

sal de Roma, presidido por Ni-

comulgar, declarar el derecho

colao:

Si

quis dogmata, veZ de-

fuera del foro de }'a penitencia,

creta. pro catlwlica

ji

de, aut Ec-

y

hacer otras cosas de este g·e–

clesiastica

.

disáplina

á

Sedis

nero. Esta autoridad la hubo.

Apostolicce p1·cesule p-romulgata

en la Iglesia desde la ley natn·

contempse1·it, anath.em.a sil.

¿Ha·

1•al.

[Victoria Reflex. Teolog.

cen en esto otFa cosa los Padres

de potest. Eccl. pag. 31.]

A

si

que confesar ese poder, esa au.-

como en toda edad fné necesa–

toridad de la Iglesia· en los ne-

ria la

sobrenatural , asi

fné

gocios esternos

y

tem¡JOrales,

necesaria la pro,·idencia

a

ese

que se versan entre los que com-

fin,

cual es el culto de Dios, que

ponen su familia?

1\ias: lapo.

es el autor

y

el Sei'íor de quien

testacl de la Iglesia .es de dos

~olamentc

podemos esperar la

maneras, á saber, · de órden

y

bienaventuranza.

Y

asi como

de jnrisdiccion. La de órden

las obras humanas no pueden

es a<;:p,rca del verdadero cuerpo

cómodamente

ordenars~

al fin

de

J.

C., esto es, la Eucaristía.

humano, si no hay en la Repú–

La de jurisdiccion es sobre el

blica algunos que p1·esidan, y

cuerpo místico

de

J.

C. que es

otros que obedezcan; asi tam–

pal·a gob.ernar al pueblo cris.,

bien no podrian las obras de los

tiano en ór.den

la eterna bieB-

hombres convenrentemente or·

aventuranza. En la potestad

denarse á a<tnel

nn

sobrenatn:..

de or-den no se entiende solo la

ral, si á este intento no hnbie–

potestad de co

nsagrar la E

uca-· ran alguDos que

~anden,

y

qu~

ristia, sino de

dispon

.er

y

de

se encarguen de

lle'"ar

á

los

hacer

a

los hm.nbres i.doneos

hombres al tal fin. La

Iglesi~

para la Eucaristía,

y

tamhien

pues no seri·a un3 República:,

para llenar torlas

~a·s

cosas que

perfecta si le f:altase mag·istra–

se ordenan en alg:nn.

nwdq

á

1~

do

y

autoridad.

Por

esto se

Eucaristía, como es el consagrar

dice que Abel

fué

Sacer-dote,

~los Obis~os,

el.

c_onf-er-ir otr-as

porqt~~

en

el.Gé?esis

se

l.ee

qn~

onlenes, el admm1strar en el

ofr-ec10 sacnfloH> ,

y que

fue

~~liverso

los Sacrau)entos, el

acepto

.a,

Dios.

Asi lo atirm&