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LA INQUISICION DE LIMA
sus propias vidas, desen1peñaron la obligacion de su cargo.
Y se espera en la bondad divina .que pues los previno para
defensa de tanto riesgo, los continuará para reparo de tanto
mal, interesando la cristiandad en este nuevo mundo, con
la actividad de su infatigable celo, muchas medras en la
pureza de la religion.
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"
La mas notable de las causas de los reos que quedan
referidos, i por sus circunstancias
i
resultados una de las
n1as interesantes que jamas se hubiesen ·presentado en el
Tribunal, fué sin duda la de Juan de Loyola.
Rabia sido éste den unciado en lea, el 15 de abril de
1743, por un esclavo de don Diego de los Rios, que con–
taba que habiendo en un dia viérnes oído que tiraban un
cohete de la casa de Loyola, notó que en seguida habían
salido al campo tres bultos negros, en uno de los cuales
había reconocido a don Juan,
i
que junto los tres, pasada
la media noche, se iban a la falda de un cerro despoblado,
donde ante una luz pequeña, sentía que daban de azotes
a alguien;
i
que a otro negro le había oído que el denun–
ciado tenia un crucifijo enterrado debajo del quicio de la
puerta de su casa, en su hacienda, i que al que pisaba allí
encima, aunque fuese por acaso, le hacia agasajos; i que
tenia tambien otro Cristo de rostro mui hennoso metido
de~tro
de una tinaja grande, donde guardaba paliares i
cec1nas.
Este era el denuncio mas sério que obraba en el proce–
so, i con su vista, se votó en que el reo fuese preso con
secuestro de bienes, lo que se ejecutó en
9
de julio de
1743.
Miéntras tanto, el-Comisario de lea comunicaba al Tri–
bunal siete dias despues, que el preso habia otorgado
escritura de donacion de su hacienda, casa i viña a favor
de cierto beaterio, a lo cual se persuadía habia dado mo–
tivo la voz que corria en el pueblo de que Loyola era
judío.
En 8 de agosto era el reo remitido a Lin1a
i
una vez
encerrado en cárceles secretas, se continuó recibiendo las
3.
Llano
y
Zapata,
Relacion del auto particular de fe, etc.,
Lima,
1750, 4.
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