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CAPÍTULO XXV .

319

separado,

i

como se ha .visto, con. éxito completo. No po–

dia, pues, esperar inferior resultado de la comision que

acababa de confiar a su hijo político, que en aquellas cir–

cunstancias había de jestionar por él con mayor empeño i

mejores recomendaciónes. I tan seguro de ello estaban

Altolaguirre i el relijioso, que, desde ántes de salir de

Lima i en Buenos Aires, cuya ruta siguieron, publicaban

que no regresarían al Perú sin haber conseguido separar

de su plaza al inquisidor Sanchez Calderon.

El Consejo, en efecto, persuadido de lo que ocurria en

el Tribunal de Lima i merced al dinero de los delegados

de Ilarduy, acordó nombrar visitador, que con las instruc–

ciones del caso i gran suma de poder, se trasladase al Perú

a remediar los abusos que de tanto tiempo atras se le te–

nían denunciados

10 •

Fijó su eleccion aquel altp cuerpo en la persona del

doctor Pedro Antonio de Arenaza, provisor, vicario jene–

ral e inquisidor de Valencia, a quien .para que aceptase

se le prometió sueldo ,de catorce mil pesús, i agregados. I

como .si ésto no bastase, los enviados de Ilarduy, que eran

vizcaínos como él, segun asevera Calderon, le representa–

ron que era aquel un negocio que habia de proporcionarle

crecidos caudales, ya de las multas que podia sacar a. los

Inquisidores, a quienes se pintaba poderosos i cargados

. de plata, ya porque podia beneficiar los correjimientos de

Píura i el Cercado, por los cuales le ofrecian desde luego

treinta i seis

1nil

pesos; ·ya porque ellos mismos habian

de costearle el viaje, ya, en fin, por el tráfico de los ricos

jéneros 'que podria llevar; asegurándole que a su regreso

10.

«Altolaguirre y Ilarduy públicamente se jactan de haber salido

con la suya de ver destruidos a los inquisidores con los doblones que

dicen dieron al señor Inquisidor jeneral y consej'eros por estas palabras

que el Altolaguirre dice: «con cuatro doblones que les metí los ata–

ranté, conseguí todo lo que quise, y si mas hubiera pedido, mas me

hubieran concedido; y esto en la esquina de la plaza, junto al Arzobis–

po.»

Carta

de Miguel Leon de Prado a Miguel Ortiz de 3 de diciem–

bre de

17

45 .... «Ilarduy dijo en público y en presencia de ministros su–

balternos, haberle costado cuarenta mil pesos

la

deposicion, que había

invertido en la corte don

Felipe~

Altolaguirre, su yerno.»

Carta

del mis–

mo, de 29 de marzo de 1747.