CAPÍTULO XXV .
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separado,
i
como se ha .visto, con. éxito completo. No po–
dia, pues, esperar inferior resultado de la comision que
acababa de confiar a su hijo político, que en aquellas cir–
cunstancias había de jestionar por él con mayor empeño i
mejores recomendaciónes. I tan seguro de ello estaban
Altolaguirre i el relijioso, que, desde ántes de salir de
Lima i en Buenos Aires, cuya ruta siguieron, publicaban
que no regresarían al Perú sin haber conseguido separar
de su plaza al inquisidor Sanchez Calderon.
El Consejo, en efecto, persuadido de lo que ocurria en
el Tribunal de Lima i merced al dinero de los delegados
de Ilarduy, acordó nombrar visitador, que con las instruc–
ciones del caso i gran suma de poder, se trasladase al Perú
a remediar los abusos que de tanto tiempo atras se le te–
nían denunciados
10 •
Fijó su eleccion aquel altp cuerpo en la persona del
doctor Pedro Antonio de Arenaza, provisor, vicario jene–
ral e inquisidor de Valencia, a quien .para que aceptase
se le prometió sueldo ,de catorce mil pesús, i agregados. I
como .si ésto no bastase, los enviados de Ilarduy, que eran
vizcaínos como él, segun asevera Calderon, le representa–
ron que era aquel un negocio que habia de proporcionarle
crecidos caudales, ya de las multas que podia sacar a. los
Inquisidores, a quienes se pintaba poderosos i cargados
. de plata, ya porque podia beneficiar los correjimientos de
Píura i el Cercado, por los cuales le ofrecian desde luego
treinta i seis
1nil
pesos; ·ya porque ellos mismos habian
de costearle el viaje, ya, en fin, por el tráfico de los ricos
jéneros 'que podria llevar; asegurándole que a su regreso
10.
«Altolaguirre y Ilarduy públicamente se jactan de haber salido
con la suya de ver destruidos a los inquisidores con los doblones que
dicen dieron al señor Inquisidor jeneral y consej'eros por estas palabras
que el Altolaguirre dice: «con cuatro doblones que les metí los ata–
ranté, conseguí todo lo que quise, y si mas hubiera pedido, mas me
hubieran concedido; y esto en la esquina de la plaza, junto al Arzobis–
po.»
Carta
de Miguel Leon de Prado a Miguel Ortiz de 3 de diciem–
bre de
17
45 .... «Ilarduy dijo en público y en presencia de ministros su–
balternos, haberle costado cuarenta mil pesos
la
deposicion, que había
invertido en la corte don
Felipe~
Altolaguirre, su yerno.»
Carta
del mis–
mo, de 29 de marzo de 1747.