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CAPÍTULO XXV
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tulo, como babia acontecido con Jerónimo de la Torre, se–
cretario de secuestros, i con otros.
Distribuían las dotes de los patronatos a personas tales
"que unas no pueden nombrarse sin escándalo, otras aco–
modadas, incapaces
o
indignas, prefiriéndolas por solo ser
dependientes de algunos sujetos a quienes el inquisidor
Calderon quería hacer este obsequio."
Las_visitas de cárceles no se practicaban conforme.a las
instrucciones, notándose ademas en ellas abandono i exce-
sos punibles
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.
Calderon babia gastado mas de cinco mil pesos en ador–
nar sus habitaciones, i por haberse opuesto a que el recep–
tor interino Juan Estéban Peña renovase su fianza, con la
quiebra que hizo, babia sido el Tribunal defraudado en
· considerables sumas.
Las noticias que bajo este punto de vista llegaban al
Consejo eran verdaderamente alarmantes. Se decía, en
efecto, que el receptor Manuel de Ilarduy resultaba alcan–
zado en 1nas de
dosciento~
treinta mil pesos, i se añadía
que en otros ramos, como eran 11fisco, buenas memorias,
reducciones de censos, se comprendían partidas de conside- ·
racion de mas alcance suyo
4
."
lT
nda, que al partir de España en
1735
babia recibido
encargo especial de estudiar esta materia, informaba mas
tarde,. al tomar posesion de su destino, a principios del año
. siguiente, que en cuanto a la .limpieza con que se admi–
nistraban los caudales, solo babia· notado un disgusto, na–
cido de que Sancbez Calderon instaba al receptor
para
que
rindiese .las cuentas que ·tenia a su cargo, depositando los
alcances en arcas del Tribunal,
i
que por su o'posicion, se
babia precedido a embargar sus bienes, dilijencia que se.
suspendió en virtud de recado verbal de Ibañez, que ha–
bia hecho, sospechar que estaba en colusion eon él; mas,
3. La mayor parte de estos detalles no solo consta de la carta de
Amusquíbar ya citada, sino que, como el mismo lo
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econoce, fueron to–
dos comprobados con certificaciones i testimonios. Para que no se con–
ceda al autor de ese documento el mérito de haberse hecho eco de estas
quejas, no debe olvidarse que solo las·espuso cuando. ya sus relaciones
con sus colegas estaban interrumpidas, segun luego lo veremos.
4.
Cm·ta
de
Unda
de marzo de 1748.
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