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LA INQUISICION DE LIMA
que pareciesen en la Inquisicion, señalándoles término;
y
saliéndose él de su obispado otra vez para Potosí y esta
ciudad, al concilio provincial, dejó escon1ulgados al gober–
nador y a las dichas personas y puesto entredicho
y
cesa–
cion
a divinis,
hasta que saliesen de aquellas provincias a
parecer en este Sancto Oficio . . . .
y
consta por informa–
cion que a algunos que así citó fué porque no le daban
co1nida.
y
caballos. . . . Demas de lo cual, Diego Pedrero
de Trejo, chantre de Tucuman, pareció ante nuestro comi–
sario en la ciudad de la Plata y presentó una
den~nciacion,
que V. S. será servido de mandar ver, porque demas de
lo que hay en ella que pueda calificarse, parece que es
mucha quiebra de este Sancto Oficio."
El Obispo les achacaba a los Inquisidores que podían
-ser sus criados, i ellos le devolvían la frase, contando que
11siendo mozo, vino a esta tierra por grumete,
y
que en
Trujillo del Perú sirvió de curar un caballo,
y
en esta
ciudad, muy poco tiempo ha, sirvió de mozo de tienda a
un mercader, y tambien es muy cierto
y
público que ago–
ra no tiene .mas virtudes de las que eran menester para
aquellos oficios; hízose fraile
y
negociador, y hiciéronle
obispo,
y
lo es el mas peligroso para esta tierra que ha
venido a ella. "
14
El Obispo de Popayan no se hallaba en relaciones mas
cordiales con el comisario del Tribunal. Era éste un Gon–
zalo de Torres, a quien el Prelado conoció en un viaje que
hizo a Arequipa, donde se encontraba de vicario, persua–
díéndole a que con nombrawiento de cura
i
provisor se
fuese a gobernar el obispado en su nombre miéntras du-
14.
Carta
de Ulloa de
23
de febrero de
i583.
La denuncia de Pe–
drero de Trejo contiene once capítulos en·que acusa al obispo, entre
otras iniquidades, de que ccestaba amancebado con una negra suya
i
que estaba parida dél
y
que tambien se echaba con la de otro,
y
que tenia en su casa tabla de juegop> sobre }o cual decía Victoria que
«vivia mejor i mas ·limpiamente que vivió San Pedro
y
San Pablo
y
que los santos del cielo podrian tener ejemplo de su vida
y
le tenían
envidia!))
Todo esto debia parecer mui natural, pues segun declaracion del ba–
chiller Sanchez de Renedo, prestada en
4
de marzo de
1583,
babia oido a
su padre que Victoria era deudo de un Martin
H~rnandez,
quemado en
Granada por judío.