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LA INQUISICION DE LIMA

secreto hiciesen inquirir

i

procurasen saber si a sus dióce–

sis hubiesen aportado algunos de esos falsos i dañados mi–

nistros, o personas sospechosas en la fé católica, para que

pusiesen por todos caminos el remedio que convenía al

servicio de Dios i del Rei, i se les castigase conforme a

sus delitos.

Este documento que ·no había sido trasmitido a los In–

quisidores, motivó el que el Qbjspo de Quito mandase a

sus vicarios que tenia en los puertos de mar, tuviesen gran

vijilancia por si en algun navío venían estranjeros, i que

caso de llega.r alguno, se le enviase a la capital para exa–

minarlo cerca de lo que S. M. ordenaba.

8

Los Inquisidores, por su parte, no descansaban un mo–

mento en la persecucion de estranjeros. Los corsarios in–

gleses que habían aparecido en Panamá utenemos relacion

que son hereges, escribían, y hemos escrito al comisario

que haga la informacion, y conforme a ella procederemos

con algunos de ellos que están presos, por los capítulos

que fueren contra ellos. Entre otros que estos corsarios

robaron en este Mar del Sur, añadían, fué uno nuestro

comisario de Panamá, Juan Constantino, y le dejaron en

camisa, y le quitaron todo lo que tenia en una isla suya,

y dice que le quebraron el cáliz y patena y le echaron en

el mar el misal

y

el ara.

11

9

Ya veremos la suerte que co–

rrieron algunos de ellos i los que mas tarde fueron envia–

dos de Chile.

El mismo comisario denunció tambien al jeneral de la

armada del Mar del N

ort~,

Cristóbal de Erazo, que tenia

a su servicio dos o tres ingleses trompetas luteranos i un

artillero, a quienes, segun espresaba ya mas tranquilo, ha–

bia quedado aquél de entregar a la Inquisicion de Se;villa.

Co1no muchos de los estranjeros que llegaban a las éos–

tas del Perú se iban tierra adentro, se dispuso que cuan–

do alguno arribase al Callao, los maestres los presentasen

en el Tribunal para obligarlos a salir inmediatamente;

pero como de ordinario las naves en que venían partían

8.

Carta del Obispo

de

Quito a

la

Inquiswion del Perú,

fecha 15 de

marzo de 1575.

9.

Ia.

de 16 de

abril de

1578.