CAPÍTULO
IX
Edictos
i
comisarios.-Diferencias con los obispos.-Persecucion a es–
tranjeros.-El obispo del Cuzco prende al comisario del Santo Oficio.
-Acusaciones al prelado de Tucuman·.-El obispo de Popayan i el
comisario de la Inquisicion.-Los inquisidores declaran que sus mi–
nistros son aborrecibles.-Disgustos con el Virei.-Incidente de Gon–
zalo Niño.-Dos casos consultados al Consejo.-Causas falladas hasta
1585.
Sin los quehaceres inherentes a esta materia de proce–
sos, no habian faltado a los Inquisidores otros asuntos
anexos al desempeño ele sus cargos.
Habíase publicado en todas las parroquias i monaste–
rios un nuevo edicto jeneral, impreso i añadido, tanto en
Lima como en Cartajena
i
otras partes, nombrando comi–
sarios i dándoles las advertencias de lo que habian de
hacer. Entre éstas, era una de las principales vijilar la
introduccion de libros, que los Inquisidores, por su parte,
ejecutaban ·con rigor. Se habian, en efecto, mandado re–
cojer varios,
i
entre otros, uno del franciscano Diego de
Estella, sobre San Lúcas, otro de
I.~aurencio
Hunfredo,
impreso en Basilea, uno .de
Sermones,
de Miguel de Ar–
guirain, publicado en Madrid en
15
7
5,
el
Cortesano
i el
Consuelo
i
oratorio espiritual;
dado a luz en Sevilla en
1581,
i
hasta se había mandado arrancar una foja a las
constituciones de los frailes de Santo Domingo. Del
Con-
·
suelo
i
oratorio espiritual
se habían espendido en Lima
bastantes ejemplares, cuando en vista de la calificacion
del censor del Santo Oficio, se mandó suspender su venta
espresando el Inquisidor con este motivo 11que en estos
libros de romances que han de andar en manos de gente