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CAPÍTULO V

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Hácesele, assimismo, cargo de muchas cartas que se ha–

llaron en su poder, en las quales paresce que encubre con

apariencia de amor divino lo que claramente es .amor su–

zio y deshonesto. Asimesmo, le haze cargo de una carta

que la fecha dize ques en Ron1a, escripta de su propia le–

tra y mano, por la qual dize el fiscal que consta clara–

mente la fautoría y levantamiento de fray Francisco de

Cruz, herege pertinaz, relaxado en persona, y la comuni–

cacion que parece avia entre ellos acerca del dicho nego–

cio, Atenta la dicha ynformacion, vista por el hordinario

y consultores, se mandó prender y fué preso y puesto en

las cárceles del Sancto Officio, y estando preso, confiesa

que se acuerda que dentro del sacramento de la confesion

no a hecho cosa que no deva, pero ántes dél se acuerda

aver hablado muchas palabras aficionadas, que aunque no

avian sido con propósito determinado de solicitar a mal

fin, avian sido muy descuydadas y ocasionadas para sos–

pechar dél algun mal, y que las palabras avian sido mu–

chas y a mucho tiempo, y que en particular no se acorda–

ba mas de que heran a este modo, si le querian mucho, y

que cómo estavan, y que baria por ellas todo .lo posible, y

otras a este tono, y que el lugar hera en el confisionario,

y

que el tiempo hera de hordinario algunos dias que ve–

nian a hablar con él, e otras vezes ántes de la confesion,

y acabando de hablar estas palabras, las confesava, y que

las personas heran la dicha doña Juana de Vera, doña

Francisca de Salinas, doña Ysabel Pacheco, y confiesa las

mas de las cosas que ellas testifican contra él y las pollu–

ciones que tuvo con ellas. Confiesa, asimesmo, que con

dona Catalina Marroquín, muger de don Luis de Cordova

la tuvo particular aficion, con la qual algunas vezes habló

palabras de aficion

~ntes

del sacramento de la confesion,

ynmediatamente, .como tiene dicho de las demas; e que

tambien avia tratado con doña Petronila de Meneses, mu–

ger don Diego de Quñiga, alcalde de corte en esta ciudad,

y supo que ella avia tenido algun escrúpulo de algunas

palabras que dezia. que este rreo le avia dicho, y que era

verdad que comunicándole ella aflicciones suyas entre

ella y su marido, creía de sí que le avia dicho algunas pa–

labras tiernas, aunque quales fueron particularmento no