Previous Page  123 / 382 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 123 / 382 Next Page
Page Background

CAPÍTULO V

101

la mano hasta ponerla sobre el estómago y de allí a la ba–

rriga, y aunque hi<;o fuer<;a para quitársela, no pudo,

y

ella pidió un jarro de agua, y así cesó la confesion. Con–

fiesa el reo q

uestat~do

confesando cierta muger questaha

en la cama con dolor destómago, la puso la mano en él

muy apretada todo el tiempo que se estuvo confesando,

sin tener la camisa encima, lo qual fué causa que yncita–

da de aquellos tocamientos, llegando su boca della a la del

reo, le besó.

1

11Yten, paresce por ciertos papeles escriptos de su mano

que se hallaron en su poder, que acá en las Yndias cual–

quiera sacerdote del nombre de J esus pueden absolver·

todos los casos de la bulla de la cena, por sus previllegios,

y está testificado por un testigo, que absolvió a cierta per–

sona en que mostraba no tener uno de los artículos de la

fee por cosa cierta; e assimismo a dicho y sustentado que

para ser válido un matrimonio basta la voluntad y con–

sentimiento de los contrayentes expreso por palabras de

presente, en presencia del párrocho que por el concilio

tridentino se requiere de exsencia del matrimonio questé

presente, aunque la tal presencia sea for9osa y violenta,

y

que no se requiere el consentirniento del tal ministro,

sino solo su presencia, aunque esté allí for9ado, con tal

fuer<_;a que fuesse miedo que cayese en constante varon,

como si lo tuviesen con un puñal a los pechos; y por su

horden se avia hecho cierto matrimonio en el Cuzco, que

se hizo por fuer9a

y

sin consentimiento del párrocho. Asi–

mesmo a afirmado que el juramento de secreto que se to–

ma en el Sancto Oficio, que no obliga y que le tiene por

temerario. Asimismo está testificado' de que tratando de

la sentencia de fray Francisco de la Cruz dixo que el fray

Francisco de la Cruz estava loco, y que siendo loco le ha–

vian hecho herege. Asimismo testificó contra él fray Juan

del Campo, que ha sido provincial y al presente es guar–

dian de San Francisco, que dixo el reo a cierta donzella

que tenia alguna voluntad de ser monja, que las n1onjas

eran o gente perdida en la Yglesia, o la gente mas perdi–

da de la Yglesia. Asinlismo depone una doña Gerónima

de Horozco, muger ele Juan Gutierrez de Hernandez, de

· hedael ele veynte

y

siete años, que en medio de la confe-