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INQUISICIÓN DE CHILE
las competencias que el Comisario de la Inquisi–
ción suscitó en Santiago al Provisor eclesiástico, á
la Real Audiencia y á los Obispos.
Al hablar del proceso de Francisco de Aguirre y
de los que por causa suya se siguieron, hemos co–
lacionado ya la conducta del Tribunal en esos ca–
sos. En Chile mismo el enjuiciamiento de aquel
conquistador dió origen á un proceso semejante.
Vivía en Concepción Baltasar Rodríguez, por
otro nombre llamado ele Céspedes, que llegó á
Lima preso en 13 de Marzo de 1575, «por haber
dicho y publicado que iba á haeer cierta infor–
mación en favor del gobernador Fl'ancisco de
Aguirre, que estaba preso en la Inquisición, y que
se la habían cometido ·por se.r deudo del Inquisi–
dor Cerezuela, y haber ido á casa del dicho gober–
nador á Copiapó, con cartas ·falsas del Obispo de
la Imperial para la mujer del dicho Gobernador,
en que le decía cómo el dicho Céspedes llevaba los
descargos de su marido que se habían hecho ante
él, y que iban muy buenos
y
con ellos libraría muy
bien el dicho su marido, y que le regalase al dicho
Céspedes, porque era deudo ele uno de los Inquisi–
dores; y asimismo se hizo mandatos falsos del di–
cho Obispo para que nadie le ' impidiese su viaje,
so pena de excomunión, y llevaba un envoltorio
.grande de papeles sobreescrito á los Inquisidores,
que decía eran los descargos del dicho Aguirre.»
Cuando se le puso la acusación, confesó la verdad
ele todo diciendo que lo había hecho para salir del
país. En consulta se resolvió que saliese al auto
de 13 de Abril ele 1578,_en forma de penitente, se
le diesen doscientos azotes y fuese desterrado del