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INQUISICIÓN DE CHILE
voz del Santo Oficio, siendo cosas particulares su–
yas.
Los Inquisidores Cerezuela y Ulloa anduvieron,
sin embargo, muy benignos con él.
« ...
Habrá dos años, decían, en efecto, que llegó
á esta ciudad un doctor Azócar> natural de las is–
las de Canarias, que venía proveído por teniente de .
el reino de Chile, hombre que por lo que allá ha
hecho paresce muy colérico; y luego quiso que los
que servían á la Inquisición lo experimentasen, y
así, habiendo mandado hacer ciertas ejecuciones
en los bienes secuestrados de Maria Encio, presa
por el Santo Oficio, que no estaban divididos de
los de su marido, y habiendo el Comisario que
allá tenernos, requeríclole ante el notario que hace
allá nuestros negocios, que es escribano de aque–
lla gobernación, que no se entremetiese á hacer
cosa contra aquellos bi enes; por ello el dicho doc–
tor le quitó la escribanía y mandó que no la usase;
y no osando ya este-notario usar el oficio en nues–
tros negocios> nombró el Comisario otros, y los
prendió y agravió, haciéndolo todo con mucho
alboroto y escándalo y con quiebra del respeto que
se debe á este Santo Oficio, y fué su exceso tan
grande, que todos le tenían por ·ésto, y le tienen
por otras cosas, por hombre muy desconcertado;
y habiéndonos enviado información de todo, por
lo cual consta lo dicho, nos contentamos con ad–
vertille de sus yerros, y exhortarle acerca de cómo
debía de tratar nuestras cosas, diciéndole la vo–
luntad de S. M. en ésto, según consta por sus cé–
dulas. »7
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Carta de Ge1·ezu ela
y
Ulloa de 4 de Abril de
1581.