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LA
INQUISICIÓN
-Celebráron se, .pues, las conelusion es, suprimien–
do la parte as trónomica, bl anco en realid ad á que
se dirigían, como censura á Mutis por su tésis sos–
tenida el aüo anterior. El comisario no asistió á la
fi es~a.,
y así v in o ésta á resultar deslu cida y el tiro
se les salió por ]a culata, como vulgarmente se
dice. P ero quedaba lo mejor: la defen·sa qu e hizo
Mutis de sus teorías en escrito presentado al Virrey,
q ue debemos eitar en s us pasajes más imp0rtantes .
«El obj eto de las conclu siones, decía pues, el sabio
11e9- g ranadino, no es otro sinó infu nd ir horror
y
tedio á la juve1 tud, al
~rulgo
y
aún al públi co, para
q ue absteniéndose de apli carse al es tudio de la util
filoso fí a
y
al método más proporcionado para los
p rogresos li terarios, subsista el envejecido desórclen
con que las timosari1ente se fru stta n las esperanzas
que ofrecen los fl oridos ingeni os que fé rtil produce
este reino)) .. .
«P odrían lograr su obj eto, a fí acl e luego, defen–
diendo algún sis tema opuesto al copernicano ; sin
h erirle con la. nota de herético, cond enado y opues–
to
á
la Sagrada Escritura, y s in pone rme por
blanco
y
objeto el e su censura)), «á mi, agregaba,
que sin perdonar las más laboriosas tareas, sa–
crifi co el
ti empo, s u quietud
y
vida en benefi–
c io ele la juYentud a rDericana ... S i yo me quejara
de que innumerables autores no hayan sido coper–
nicanos, sería no hallarme instruido en la bella
_litera tura, que supon en en mí los padre.s; si me
qu ejara de que innumerables autores, según la
d ive.rsiclacl
ele los tiempos, de s u
in s trucción
y
o bediencia, se hubi esen explicado acervisímamente