EN
CARTAGE~A
DE INDIAS
287
el prestigio deJ Santo Oficio. El 23 de agosto de
1666
el verdu go, acompaflaclo de algunos familiares, se–
gún era de estilo , iba azotando por las calles
á
dos
reos de fe. El gobernado r don Benito de Figueroa
y
Barrantes, dió orden á tres de los soldados de su
guardia para que «quit.asem> al verdugo, como en
efecto lo hicieron. Ini ció causa el Tribunal
á
ios sol–
dados, y seis días después, se procedía á la aprehen–
sión de dos de aquéllos, en cuyo lance, el secretario
don Gonzalo de Carvajal disparó un tiro bregando
á brazo partido con uno de los soldados .
1
Irritado
con esto el Gobernador) fué á buscar en persona con
toda su guardia al alguacil mayor; se allanó la casa
del notario; hizo tocar á rebato, y como no hubi esen
ocurrido los empleados del Santo Oficio, los multó
en cincuenta pesos, «y luego incontinen1i, con toda
la infantería pagada desta plaza, cuenta el fi scal, .
cercó este Tribunal, con orden que no saliesen de
nuestras casas criados algun os aquella noche ni el día
-siguiente, pretendiendo reducirnos por hambre
-y
que entregásemos los presos .
»
2
En estas circunstancias fué á ver al Gobernador
Guerra de Latrás; convinose en que le entregaría los
presos , y cuatro días más tarde, después de las ora–
-eiones, el teniente de gobernador con mu chos sol–
dados, prendía al secretario del Tribunal, y el
gobernador en persona le ll evaba
á
ln cárcel pública,
donde le remachó un par de grillos; procedía á secues-
1.
Según Guerra de Latrás «Se le disparó casualmente una pistola
que llevaba, que se la pu so
á
la cara,
y
entonces la dejó caer en el
suelO.ll2.
Carta de 23 de diciembre de 1666.