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LA INQUISICIÓN
dral el
25
de abril ele
1653,
salió Fr. Francisco Se–
rrano, lego, que pidiendo limosna se escapó con ella
y
luego se casó; Juan ele Noguera, portugués, veci–
no de Popayán, que adiYinaba teniendo en las ma–
nos unas varillas; Juana de Torres, hechicera en
Santo Domingo,
y
Ana Jiménez, de la misma vecin–
dad, por sortílega y adivinadora; Luis Gómez Ba–
rreta, por judío, que perdió la mitad ele sus bienes y
fuó de 'terrado do Indias;
y
Manuel AlYarez
Prieto~
portugués,
judío también, cuya estátua fué man–
daba quemar junto con sus huesos, qne hicieron
desenterrar para eso efecto .
R.esulta, pues, que do todos los reos presentados
en este auto, sin duda el más notable fué Manuel
Alvarez Prieto.
Preso en
12
de agosto ele
1642
por judaizante, con
secuestro de bienes en la isla de Cuba, donde había.
aportado por haber naufragado en San to Domingo el
año anterior, fué votado á tormento
in capat alie–
num
el 29 de noviembre de
1646 y
en el mismo día
se le clió en la forma que reza el siguiente docu–
mento :
«Dijo qne decía lo que tenía dicho .
Y
con tanto
fné mandado llevar á la cámara dol tormento, donde
fueron lo
dichos señores Inqui sidores,
y
estando
en ella, como á la nueve de la manana, antes de en–
trar, fué recibido juramento en forma debida de de–
recho de los ministros, so cargo del ct1al prome–
tieron de hacer bien
y
fielmente su oficio, y que
guardarán secreto, pena de excomunión mayor y de
do~
cientos azotes.
Y
habiéndolo prometido, los dichos
señores Inquisidores entraron en la dicha cámara
y