EN CARTAGENA DE L
1
DI \..S
171
y
haber de nuevo dado peticiones pidiendo la causa
.de su llamamiento y detención, protestando los da–
ños y costas; porque los dichos inquisidores se .in–
dignaron de nuevo contra él, y después de muchos
días le llamaron en su tribunal
y
le tomaron cierta
confesión, haciéndole preguntas muy ofensivas á su
persona y oficio que en servicio de V. M. ha tenido,
con colores pretendidos para molestarle, por las cua–
les descubrió ser pasión todo, originado de las dichas
competencias de jurisdición que tuvo con los dichos
ministros de inquisición, y haber sido ellos los que por
vengarse le tenían en aquel estado. Y no hallando
cosa sustancial porque se le pudiese poner .culpa,
para buscarla de nuevo hicieron que otro ministro
suyo, portero de su Tribunal, hombre que apenas
sabe leer ni escribir, hiciese oficio de fiscal
y
le pu–
siese acusación, que ellos le ordenaron con palabras
y
modo muy ofensivo, pidiendo se fuese á hacer
información á Puertobelo y Panamá
ele moribus et
vita,
por parecerles era fácil hallar testigos
y
culpas
donde acababa de administrar justicia
y
no había dado
residencia y donde residía el dicho comisario y mi–
nistros, que lo solicitarían, como sus enemigos. Mas,
por la misericordia de Dios, por haber vivido corno
católico cristiano, celoso ele la honra ele Nuestro Se–
ñor y de.l servicio ele V. M.., no se le averiguó cosa.
que perteneciese el conocimiento á aquel Tribunal.
Y al cabo de ocho meses de detenencia, pesadumbres
y
molestias y ele haberle hecho gastar muchos duca–
dos, fué llamado al dicho Tribunal, donde le notifica–
ron una sentencia en que le mandaban que luego se
fuese á la dicha ciudad de Puertobelo á dar cuenta
y