EN CARTAGENA DE INDIAS
175
cedido en más de una ocasión en las Inquisiciones
de Lima y México. El primer disgLlsto vino á pro–
porcionárselos un portugués llamad.o Pedro
López~
vecino que había sido ele Zaragoza
y
testificado
y
preso por judío en abril ele 1625.:Estando ya su causa
conclusa, le sGbrevino nue1ta testiflcaciórí de haber
sido reconciliado en el Perú, «y queriendo el Fiscal,.
refieren al Consejo, hacerle segunda acusación, le
dió la enfermedad ele la muerte tan inop·naclamente
y
con una melancolía tan grande que todo era decir
que había oído en la calle á los muchachos «que
queman á Pedro López))' y que el secretario :ele la
.causa se lo había así leído; y volviendo á tener su
verdadero y buen juicio, tal cual le solía tener, poi"–
decir el médico, en 20 de este mes ele julio, que el
susodicho tenía pocas horas de vida, ratificado el
testigo en plenario, se le dimos en publicación en su
-cárcel, al cual respondió con muy buena razón, aun–
que negando todo; y acabada dicha publicación
y
-escritas sus respuestas, al querérselas leer el secre–
tario, expiró)). '
Veamos ahora las causas que los Inquisidores te–
nían despachadas y que motivaron el auto de fe que
-se celebró el miércoles 17 ele junio de 1626, y cuyos
preparativos se venían haciendo ya desde el mes: de
.abril. Como la fiesta fué de las más solemnes, deja–
remos la palabra á un testigo de vista:
«Sábado cuatro de abril, á las ocho de la maña–
na, salió de las casas del Santo Oficio su alguacil
mayor Mateo Ramírez, con acompaflados, todos
á.
1.
Carta de Ugarte Saravia de
29
de julio de
r62S.