EN CARTAGENA DE INDIAS
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<Carmesí, en que se leyeron las -
~ entenci as
de los
reos; seguíase luego Ja cruj ía hasta el1 ab1ado don–
·de estuvo el altar y penitentes, en cuatro gradas de
:á
treinta pies de largo; Juego, sobre otra grada rele–
vada, se sustentaba el altar, cuyo suelo fu é un tabla–
Jo de veinte pies de 0-n cbo y treinta ele largo; el
·cielo y todo el adorno fué de can11esí bordado, sinó
fué el frontal, que era ele brocate blanco, qu e todo
-con blandones de plata y piezas ele oro hacía entre
n1uehas luces representación del cielo es trellado;
á
los dos lados ele las gradas de el altar, babia dos
tablados pequeños para los padrinos de los peniten–
tes; al altor de la crujia
y
el e diez iseis pies en cuadro
había para el penitente, en tanto que le leían la sen–
tencia, un tablado de dos gradas, en medio de la
,crujiá j untu á Jos púlpitos .
·
«Toda esta valiente fábri ca, sobre dóricas colum-
1
1la; , se entoldó sobre cuarenta
y
dos
át~boles
el e
navíos, que como pirámides ele madera subían á
-competir con las nubes; quedó después de acabado
úbra sin ejempl ar hasta ho.y, al parecer no imitable.
l .legaron á este puerto los galeones de S .
~ L
y i1oi.a
-de Tierra-firme, víspera del Córpus diez ele junio; fuó
-común el g usto, así de los de la mar como ele la tie-
rra, porque en cumplimiento de la publi cación, su–
pieron que:se había ele eelebrar el auto general de la
fe dentro el e pocos días .
«Martes
16
de junio descubrió el solla belleza y
.adorno, con que pareció el tablado , vestido todo de
broeados, terciopelos y s-edas, ado rn o digno ele ad–
miración entre los más entend idos . A las ocho de la
-:maltana entró e] sargento mayor y capitán del pre-