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LA INQUISICIÓN
el paclra maestro fray Juan de Espinosa, ele Sancto
Domingo; el padre guard ián el e San Diego; el pa–
dre superior ele San Agustín; el paclre rector ele la.
Compañía; el padre fray Francisco de los Angeles,
ele la Ord en de San Francisco; el padre fray Benito·
ele P eñalosa, ele la Orden de San Benito; el li cen–
ciado Alonso Menacho,
1
y otros prelados y personas.
graves.
ccRemataban la procesión el secretario Lui s Blan–
co de Salcedo, el
receptor Juan Ortiz, el alguacil
mayor Mateo Ramírez, comisarios y califi cadores
para el gobierno de la procesión. Iban eomo los.
primeros, otros doce co n bastones negros :
«Francisco de Guinea; el Doctor Chavarría, don
Jaime lVIa llol, don Lui s de Blanc1uiser, 'don Pedro
de Rebolledo, don Fl'ancisco ele la Guerra, don P e–
dro Luj án, don Pedro Duque, el capitán Berrocal,.
J\Ielchior de Avilés, .Lúcas de Santiago.
«Iban para retaguardia seis eseuaclras de ·arcabu–
ceros que, así éstos, como las seis cornpafíia s que
estaban en la plaza, torlas en hil era, luego que entró
el estan darte en ella, dispararon, haciendo lo mismo
la artillería, abatiendo y tremolando con gallardía.
las banderas.
«De esta suerte salió de la plaza la majestuosa
procesión, por las casas del Gobernador, y suhiendo
á las de don Pedro Duque; entró en la call e de Pe–
dro de DolíYar, has;ta la plazuela de Sancto Domin–
go, y caminando la call e de las Damas, call e de
la.
Compañía, calle de la Carrera, dió vuelta á la plaza
1 .
y
al entraren ell a volvieron á di sparar lascom
pai'iías~
y
otra vez al poner la cruz en el altar, sonó luego