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1nisioneros
y
autorizado al caso·. Los jesuitas
~~
·
negaron
á
reconocer su jurisdiccion:
es~rihieron
á
su<s
her1nanos de Paris, para que descreditasen al abate
eon el rey y se le n1andase volver
á
Francia, como·
sncedió.
Y
pues el
P.
jesuita Poncet, cura 1nuy atna–
do en su parroquia, re·conoció la autoridad del abate,
le pusieron en prision sus hern1anos, le trataron como
á
exconullgado, y le 1nandaron á Francia."
Diji1nos ya que informado el
gobi~rno
de
Génova
de que los jesuitas tenían una
congrega~ion
ó
cofradia
1
en la cual habian pactado no dar voto sino·
á
los que
fueran de ella, prohibió que se reuniese la tal congre–
gacion. Entonces los padres acusaron al Gobierno an ..
te el papa Paulo V de que se sobreponía
á
la autori–
dad espiritual: el papa se enojó,
y
los jesuitas atizaban.
"Notorias son las diferencias de años pasados, sobr-e
haber obtenido de Su l\1agestad cesa.rea la con1pañia,
á
fuerza de in1portunas diligencias, los conventos,
iglo–
aias y haciendas, que ]a herejía habia quitado
á
las
·ór~
denes de San Benito, San Bernardo, San Agustín, San–
to Domingo, San Francisco
y
otras religiones en
Al
e..
n1ania, quejándose ellas de que, sin cle1néritos suyos,
se les pretendiese quitar lo que de cuatrocientos años
y
aun de ochocientos
y
mas de antigüedad, estaban
poseyendo con insignes servicios
á
la iglesia
y
á
la co...
rona,
y
se diese
á
una religion tan 1noderna. Desde su
naei1nie'nto ha introducido diversos pleitos con la de
Santo Domingo. Tambien los ha tenido con la de San
Francisco, sobre si es indecente su hábito
y
cansa hor–
ror
á
los seculares,
y
que es mas perfecto el traje co–
mun de vestir paño
y
mas perfecta la relígion ele la
con1pañia que la
de
San Francisco.
Y
luego la reñida
contienda con las otras religiones, para que no entra–
sen
a
propagar la fé en el Japon
y
la
China,
hasta que
Urbano VIII decidió la causa contra la pretension
ele
la compañia y en favor de las otras religiones, de lo
que hablaren1os
á
su tiempo.
§
2.0
80. "La Iglesia ca.tólica de Ínglaterra se hallaba en.
estado deplorable,
y
los jesuitas habian cuidado de que
no
fuese
~obernada
por un
obispo, sino
por un arei-_