'~5-
.f1e1
rey, encnrg()
á
su amigo
particular
l\L
de
Arg~n
..
~on~
lngar teniente <le
policia, que
se
dirijiese
á Puer–
to·-Real,
.donde acom-pauado de n.rehel'os
y
llevando
·carruajes, hiz0
trasladm·
á
las
religiosas
ú
diferentes
mo11a~
t.cr·ios,
y
at-rasm·
la
easa
ha.'üt
los
cinilentos pu–
ra abolir su
n~em. oria.>•
Aquí no hay necesidad de ha–
<:er pt·egunta.
L~"'~ tni~JilOS q~e
defienden
á
la
eompaiiia,
y
discn1-
p::u1
al
P. Le Tel!iel', confiesan. que el
público
echó
la
~·csponsaJJili(iad
sobt·e
los jesuitas, y que dicho 1)adre
rnan
ife3taba
c-asi
siempre
ei
sello
de la
pasion
y
-del
óclio en
sus celsa,s.>l
~Ias
¿el padre
confesor
del
rey
de–
Francia habria iaRpirado
ó
aprohad0 tan
ostentosa
ven–
ganza contra los jansenistas de
Puerto-Hcal,
adversa·
a·ios
fo-rniidablcs
de
1os jesu!tas, si
hubiera
te1nido
qu.,
·el
prepósito general desaproh{u·a su
conducta?
Respon–
·dan para si uu
estros
l€ctores.
La 1nateria que hemos insinuado en este artícul().,
·~s
mu
y vasta y
rnerece ser considerada
y esphtnada
eJJ.
~otros
rr.1.as,con1o
lo
van1os
á
haeer.
AH.TIC-ULO XI.
l't~r8~l':Uciou
del S('l.aor ol)ispo
Pulufox~
82. Entre }o::,
~~asos
J.e
ehoque
-y
de::~te1nplanza qu~
fje refieren
de los padres
de
la cornpalíia de
J
esus. ocu–
pa disti ngní'do 1ugar-
el
qne
tLt
vieron con el
r enerabh~
~>bispo
de la Puebla D.
,J
nan
de
Palafox.
Cuidando
<~ste
prelado
de que se llevasen
ú
efecto
las
dispo.sic:io–
nes del
tridentino,
de que
ningnn
confesor
ú
predica–
dor
con_fesase
ó
predicase 8inliccncia de1
ordinario,
los
regulares
de la cnm.paliia,
lejos
de
cun1plir
este man–
dato, lo qncbrnutahan;
por
lo que ordenó el
ohiDpo,
{1uc
tiÍl1 licencia suya
ó
de
u
Yicario
gcncraluo
predi–
~a:sen
ni
coufe:::~ascn
ú
sog1ares.
1\
n1andato
tan oxpre–
f
o
y
fúcil de ctunplir,
respondieron
que
lettian
priYi–
l~gior~
r-al'<'t confesar sin
n,probaciun ni
li ceuc:ia~
y
pi di
~ n
d(-::.elc~
qnc
c:hibicr<1n
estos pridlegios
1
dijeron
q11c
h~n
ian
pr;r,"ltgir}
porr~
tW
JiiQ:~tn~i'
los
jll'il:i{t_qi·o.');
\._~
inst(in.
D