~
68-
f:n:t()n·ce:; Tos Jesuitas
intl·oclujeron
con
gTan
po1np~--g
<en.
la ciudad
á
los conservadores, que erijieron
tribu¡~
:n.u],
persiguieron.
al
clero,
desterra.ron
á
vHrios
sacer–
dotes
y
CaJ·l-(ntigo·s
1;espetable~,
prolHnwinJ'(
n.
scntcn.~
~in
coutra el
obispo·
y
su -vicario
gener~\1,
y
cou
astn.~
.
eia
y
coaec!on
hicie-ron, que
el
cabil.clo
delm·ase
ln.se–
de vacante
en Yida
del
obiRpo·.
·y
no
.latisteehos 1&3'
.jesuitas de tanto
mortiilrar~
oc\>l.rr1ierm;l
tmnbien
al
ri.–
diculo,
y
en juegos
de
Jn{t.~cnras,
y
{~e-
oü·os
inüecento:~
y
aun
sacrí.legos,.
se
v~lieJ¡'B>n
de
sns
e-studi~ntes
pnra...
menospreciar
la clignidacl
episcopal,
por
ódio-
al obis–
po Palafox,
h~tsta
el
ex.trenH>
de
atar
e-l
bác-ulo
á
Ja,
eola
de
q.n
caLa,llo,
y
ele p-iuHU'
ln,
rni.tra
et;}. 1o-s
estri–
bo-s que
pisabit
el
esru.cliante' .
84. Y
¿qué
hicieron
1oB
j,osuiü1:s·
dti:BpueR-
~le
expe-–
tHc1o- d hreve
pontificio~
Adrnírense·
los lec.tores
dPY
f)ir
sali1r
de los-
lá.bios, no• de·
r¡,·efja.li.stas,
no· dojrtr~senis
las,
tan
rnaltl:a ..tados
por
lo~·
ele
la. cou
»pa.ñ.ia,sino de–
J?·ad.res
jesu~ta.r+,
l,oo
1notiYOB
de
la
r
o&istcme1a--"cl
breve-
lll<O
ha ten.ido la
rupr&lxw~on
dei conse-jo·
de In–
dia-s-n
o· puede
d.e1-·ogar
1o·.""'
pr1v1l.ejiffi
ü8lw~·didos.
á
J.a colnJ
>añ.ia., prJJes
lo
Í't"\e-ron
en
v}rtud det
n1~rito,
pa–
sando ·
á
~er
contral0s
y
paetos
J>"JU1&
hicn que
pri"ltllr-–
j.ios-tales·
1wivilejios
tenían la clausula, de- no poder·
8er
rovocaclos:,
~Hw.n
cn:ando-
RO
derogas-en paJabya
pot··
palabra-el
breve th\·lr)a1)n,
Iuoem1eiü
X. ns}
€~omo
las
t'.onstitnciones
do Gregorio
x·v.
V
1J rbano 'VIII. 2
que se
refiere;
no·han ten1do ln
~11ceptacion
de la
1gle
sía."
'I'al era
el
lengnnje
y
tal
ln,
conducta
de
los.
hombres ligados-espe:eialn1ente nl papa
l)Or
un
Yotc~>
de obediencia.
85. Si el1)apa
~poy{)
al obispo
ele la
Pueblp¡~
hizo
lo
misn1o
el
rey ue
Es!'nña, declarando, con el
pm·ecer–
de su consejo de Indins,
qu.e
"los
relijiof>OS·
do
la
com –
pañia debieron obedeem·
~l
obispo
y
exhibir las
]icen .
das; que
se
esceclieron en nonlbrnrjneecs consor\·ado –
res,
y
estos en aceptar el notnbrmniento.)l Castigó,
tn.n1bien
al
virey,
separÚlH1ole
do
sn
destino,
y
re
prendiéndole poe haberse puesto de
p:1rte
de los
je-–
suitas en cansa
tan
injusta,
y
rnolestado al
obi~po."
·y
¿qué hicieron los
padr~sjesuitas?
Lejos
de
pro~tnr
f3~.
dóciles al mandato real, negaban haberlo recibido,
divnl~aban
lo contrario,
en~aña.udo
á
los
puql¡los