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_._

60

--i-

:liía:

con vio1enc1a

y fuerza de poder, sín respe!o nÍü •

gnno ni a;tencion -á bulas ni concilios. v dilatando

su~i·

privilejios

hasta

lo que

en

eUos se pr;hibe.

Y

con1c}'·

nl poder de las riquezas

j

n·IHa.n

el cFedito

en la

ciencia,.

y

tenerse· po-r maestros

de· las

gentes, 1nandando

á

la

juventud, cautivando

á

los 'padres

y

á

las

n1adres,

se–

arrnan de urJa presuncion

~le

poder, de

riqueza.,

der

ciencia,

opinion, ele

autoriclad',

y

vaH-n1iento

tan·

grande, que les pa;rece,. que nadie·s.e

ha·

de 01)oner

á

la

cornpañia.,

y

as1 lo su-elen

decü~.

Y

cor1>

e'Sto

tlalen

á

1a

úposicion. contra· los obispos,

y-obran·

con

tan- g.t·ande-

8upetioi~idad,

que nos V(;?ncen

Ó·

no::; acobardan.

El

P.·

],rancisco Cald.eron habla· de

n1i

persona sin ningun;

comed.ilniento-ese

de la Puebla.

.A

lb de·

Novimnbre··

dijo este padre·

en·la

quiete,

á

presencia de treinta· re–

lijiosos~-á

ese hombre de la· Puebla no hay sino· darle un·

fJOlpazo

y

quitarlo

de

ahi

Todo esto· ha sido público,.

y

lo tengo bien comprobado con probanzas

claris.íq

lnas."

7·8, E1

suceso siguiente ha de·n1anifestar·rnucl'io,

á

un:

propio tien1po la astucia, la trapacería,

y

sobre

todo laJ audacia y n1as todavía de los padres. "1L de ·

Ligny, profesor en el colejio de

Douay,

tuvo un al –

tercado con el

P.

jesuita Beckn1an, profesor

en su co-–

lejio,

y

en venganza se fo1jó la trama. que vamos

á·

referir.

M.

Ligny recibió una carta suscrita por An–

tonio A*

*

* :

e1

profesor no conocia

al doctor

Anto–

n1o Arnaldo sino por su reputacion. El i1upostor sos-·

tuvo por largo tien1po un con1ercio de cartas llenas

de n1entiras, en que se instaba á que aprobasen

en

Douay una tésis capciosa, dando

á

entender que ello

importaba para lo que había que hacer contra los jesui--–

tas.

Y

co1no

M.

Ligny llegó

á

tener gran confianza en

Arnaldo le encargó la clirecion de su

~conciencia,

y

le

envió su confesion gene-ral; con cuyo motivo el

im–

pos tor exijió del flamenco los mayores sacrificios. Le·

1novió

á

que dejase su pátria,

su

cátedra y su beneficio,

y

á

que enviase sus libros

y

papeles

á

París,

y

le dabn.

señas para que se encontrase con quien le llamaba.

M.

Ligny ejecutó puntualmente todo;

nl.as

cuando lle–

á

Parjs, no encontró con quien tratar,

y

desenga–

ña:do

y pobre tuvo que regresar

á

Douay, feliz1nente

por otro camino que el señalado por el in1postor. ·-·-