-319-
oe
los opuestos
á
los jesuitas, era nulo, cual un
niño
1nal criado, aquel un servidor del español,
y
este uu
monarca ciego-y los filósofos aliados con los mi..
nistros, ó los ministros aliados con los filósofos, so–
bre quienes recae la sospecha
de
ft:ler autores de la
muerte de Clemente XIII.
Lo n1ismo fueron los
ant~pasados
del
padre'"misio~
·
nero. Nuestro'3 lectores conocen al célebre M. Pas–
quier, abogado de la universidad contra los jesuitas?
cuando éstos quisieron introducirse en Francia.
Muerto ya, escribió el padre jesuita Garasse
~tres
libelos difa1natorios, y salió
á
]a defensa el hijo de
Pasquier, teniendo la curiosidad de poner en indice
alfabético las injurias deljesuita--ateo, asesino, asno,
calumni~dor,
caballo, herrnafrodita, pedante, pedan–
tHi:co, pedantificante y pedantificado &a. &a. Es cu–
·rioso de saber que el hombre que tales injurias decia,
es calificado por eljesuita Alegambe de-"hum1lde,
modesto, afable, manso,
y
sobre rnanera arnable."
130. Despues de tantos testimonios que acreditan ,
]a mala voluntad de los padres de San Ignacio á Cle–
mente XIV, tenia valor el padre Bonfil de empezar
su captíulo 71 con estas paladras-"Hen1os visto ya,
que rnuerto Clen1ente, los únicos elojios que en Ita–
lia se tributaron
á
su memoria, salieron de las plu–
nlas de los jesuitas. Los ene1nigos de estos por el"con–
tl·ario, llevaron sn odio n1as allá de la turnba." No
_p.uede apurarse
á
mas subido empeño la impuden–
Cia.
Si: elojiaron
a
Clen1ente XIV los jesuitas y sus
adictos, que sabida la fatal noticia, manifestaron odio
encarnizado
á
su men1oria venerable, sin perdonar la
calumnia y las mas viles y groseras vulgaridades–
"N~ngun
papa, despues de rnuerto, fué injuriado de
una mane:ra tan salvaje, y no por enemigos de la igle–
sia. Aun no se habian enfriado los despojos n1orta–
les de -este papa, cuando ya se levantaban contra él
voces y n1ano$ sacrílegas. Apenas se habia colocado
su -catafalco en la iglesia de S. Pedro, durante el
no~
venario ele sus exéquias, cuando ya se hacia en1peño
de deshonrarlo, arrancando las inscripciones mereci–
das, para poner otras llenas de injurias;
y
el cardenal
Dernis tUVO que
~antener
á
EUS espensas una
gtu.n:~